IU y UPyD han consumado su alejamiento del PSOE, al que dejan solo en su labor de gobierno con el único respaldo de sus 17 diputados en un Parlamento de 45 escaños, al pasarle la factura presupuestaria de la negativa socialista a reformar la ley electoral autonómica sin el apoyo de Foro o del PP.

El Gobierno que preside Javier Fernández había retrasado la aprobación de su anteproyecto presupuestario a la espera de reeditar el acuerdo que el pasado año les permitió sacar adelante las cuentas públicas de la región con el apoyo de la coalición, pese a no tener ningún acuerdo, y de UPyD, a la que le unía un pacto de legislatura.

Sólo dos reuniones bastaron a la formación magenta para desengancharse de la negociación y dar por rotas las conversaciones pocas semanas después de que su líder, Rosa Díez, aprovechara el altavoz de su Congreso nacional para anunciar la ruptura del acuerdo con el PSOE en Asturias al entender que los socialistas no habían cumplido el compromiso pactado de reformar la ley electoral.

Izquierda Unida, con una larga experiencia de acuerdos de gobierno, de legislatura y presupuestarios con el PSOE, prolongó las conversaciones a lo largo de cinco reuniones en las que reprochó al Gobierno la, a su juicio, escasa ejecución de las principales partidas que la coalición incorporó al presupuesto de 2013.

La coalición llevó a la mesa una propuesta fiscal que planteaba recuperar el impuesto de patrimonio, aumentar el de sucesiones y el de los depósitos bancarios y crear un nuevo tributo por el uso no sostenible de los montes, un conjunto de medidas que, para IU, tenían "estrecho" margen de negociación y que permitirían, según sus cuentas, aumentar en 112 millones las cuentas públicas de 2014.

Esta cantidad elevaría a unos 4.000 millones el presupuesto asturiano -3.808 en 2013-, pero las conversaciones se atascaron antes incluso del debate sobre la implantación de estos tributos dado que los cálculos del Gobierno regional limitaban a apenas 32 millones el incremento de recaudación que generarían.

Tras haber exigido y logrado la presencia en las negociaciones del secretario general de la FSA-PSOE y presidente del Principado, Javier Fernández, la coalición ha optado por dejarlas en suspenso a la espera, aseguran, de que los socialistas definan si están de acuerdo o no con un conjunto de medidas fiscales que IU considera muy similares a las planteas en la Conferencia Política del PSOE.

"Las propuestas de la Conferencia Política se atascan en Pajares y lo que vale para Madrid no vale para Asturias", ha advertido el coordinador de IU, Manuel González Orviz, tras admitir que el PSOE puede ahora "mirar a otros bancos" para desarrollar otras políticas o "instalarse en la prórroga y refugiarse en el victimismo".

Los socialistas han utilizado como argumento las escasas diferencias de su propuesta presupuestaria de 2014 respecto al año pasado y han alertado insistentemente de las consecuencias negativas de una prórroga presupuestaria en un momento de crisis y de ajustes del gasto público que, además, dan por seguro que se prolongará durante dos ejercicios ante la convocatoria electoral de 2015.

Así, tras la decisión de IU de dejar en suspenso las negociaciones a la espera de la respuesta del PSOE, el jefe del Ejecutivo regional ha asegurado de que la propuesta de la coalición podría dar lugar a deslocalizaciones dada la presión fiscal que ya soporta Asturias, una de las más altas del país.

"El Gobierno está moviéndose un poco a tientas y buscando la fórmula para que los presupuestos puedan ser aprobados y asumir las posiciones fiscales de IU puede disuadir a un tercer actor" ha indicado tras señalar que ya es conocida la postura en este aspecto de UPyD, cuyo apoyo, o su abstención para evitar que prosperase una enmienda de totalidad, resulta imprescindible en el Parlamento.