El PP marcó ayer distancias con el gobierno socialista del Principado y con su proyecto de Presupuestos, que está "muerto antes de nacer". Así lo calificó el diputado popular Matías Rodríguez Feito en el debate de la Junta General. Los populares disipaban con esta contundencia las incertidumbres sobre su posición acerca de las nuevas cuentas regionales, apenas dos horas después de que el presidente regional, Javier Fernández, manifestase que "no hay ninguna posibilidad de actuar sobre los ingresos" y, por lo tanto, de rebajar los impuestos, una de las condiciones del PP para llegar a un entendimiento con los socialistas.

El discurso de Matías Rodríguez Feito al fijar la posición de su grupo sobre la comparecencia del consejero de la Presidencia, Guillermo Martinez -para hablar de las partidas destinadas a su consejería-, sorprendió por su dureza. Fue una intervención muy alejada del tono, incluso conciliador, que exhibió durante su turno de preguntas al consejero. El parlamentario popular fue categórico en el rechazo al proyecto presupuestario socialista. No dejó resquicio a la duda. "Es un proyecto no deseado por el tripartito asturiano. El predictor ha saltado por el aire antes de que hubiera embarazo. Es un documento muerto antes de nacer", manifestó Rodríguez Feito, cuyas palabras no tardaron en provocar un gesto cariacontencido de Guillermo Martínez. "El Presupuesto del Gobierno regional para 2014 es pesimista e incapaz, incapaz de sacar a la región de esta crisis y carente de inversión", sostuvo el diputado que actuó como portavoz del PP en el arranque del debate presupuestario. Rodríguez Feito cuestionó la falta de medidas para corregir un desequilibrio presupuestario "que no se puede seguir manteniendo: más de cuatrocientos millones de gasto corriente se pretenden financiar de forma ilegal", sostuvo Feito tras criticar el endeudamiento de 578 millones propuesto por el ejecutivo socialista para el próximo ejercicio.

El puente al entendimiento sobre el Presupuesto regional, proyectado en los últimos días por el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, en aras de los "intereses generales de Asturias" amenazaba con derrumbarse, cual castillo de naipes, a tenor de las palabras del diputado de Tineo, que calificó el proyecto presupuestario socialista como "un intento más de arruinar el futuro de Asturias".

El motivo de la reacción del PP asturiano no estaba en la defensa del Presupuesto iniciada por el consejero de Presidencia en la comisión parlamentaria sino puertas afuera de la Junta, en un acto celebrado en un céntrico hotel ovetense donde Javier Fernández descartó que las propuestas fiscales puedan ser objeto de negociación durante la tramitación parlamentaria de las cuentas de 2014. "Una vez que los Presupuestos ya están presentados, y en este caso lo están, no hay ninguna posibilidad de actuar sobre los ingresos y, por tanto, tampoco sobre los planteamientos fiscales. Este aspecto debe entenderlo todo el que quiera establecer una negociación. La parte relativa a efectos fiscales queda fuera de cualquier negociación", afirmó el presidente. Así ratificaba la advertencia lanzada la pasada semana por su portavoz parlamentario, Fernando Lastra. Era un revés en toda regla para las reivindicaciones del PP y, en particular, de su presidenta regional, Mercedes Fernández, que ha situado la rebaja de impuestos y el recorte del sector público autonómico como pilares para la negociación.

El revés popular dejó en un plano secundario el contenido del debate de las cuentas previstas para de Presidencia, que ascenderán a 99,3 millones de euros.