"Reconocemos que nos equivocamos y pedimos disculpas". Antonio Trevín asumió ayer con esa rotundidad los errores de los gobiernos socialistas al escoger los modelos de integración del ferrocarril en las grandes ciudades. No sólo hablaba de León, donde la nueva estación teóricamente provisional inaugurada en 2011 en un "fondo de saco" lleva a los trenes con origen o destino en Asturias a perder media hora en una larga maniobra marcha atrás. Al día siguiente de la manifestación que el domingo sacó a la calle a miles de leoneses contra los fallos en la planificación ferroviaria, Trevín invita a "replantear la solución" y a la autoridad competente a afrontarla con "inversiones exclusivamente públicas", dado que el modelo de los complementos privados es a estas alturas "un brindis al sol".

Trevín respondía una pregunta sobre León, pero el discurso es reversible y se adapta a Gijón. "Hay que revisar por completo", afirma, "toda la programación que se hizo a mitad de la primera década del siglo respecto a la integración del ferrocarril en las ciudades" y asumir que el paradigma ha cambiado, que ha pasado el tiempo en el que las plusvalías urbanísticas generadas por los terrenos liberados podían pagar parte de los proyectos.

El parlamentario asturiano había llegado hasta ahí tras analizar las cifras del gasto en infraestructuras de los gobiernos del PP en Asturias y concluir que "se ha desplomado". Desde la llegada de los populares a La Moncloa, concreta, ha bajado "por encima de la media nacional y mucho más de lo que se ha recortado en el Noroeste". "Alarma" que la suma de la inversión en el servicio ferroviario de cercanías en 2012 y 2013 sea inferior a la de de 2011 y que aquí "la diferencia entre lo presupuestado y lo hecho sea de las más altas de España". La cifra de 2013 reconocida por el gobierno habla de una ejecución del 60 por ciento del presupuesto, del 64 en 2012, y todos esos "incumplimientos" tienen en la región, sigue Trevín, repercusiones diversas, por ejemplo que no haya "ni un solo euro en esta legislatura para el tramo Doriga-La Espina de la autovía del suroccidente", que 2012 y 2013 sean los ejercicios más parcos de los últimos seis en conservación de carreteras o la "paralización de la Variante de Pajares". En este punto sostiene Trevín que los túneles están aquejados de "sequía presupuestaria" más que de filtraciones. Que "en 27 meses de gobierno no han resuelto la principal vía de agua, para la que se encontraron el proyecto hecho y un presupuesto de unos seis millones de euros". En todo caso, concluye, considerando que Fomento ha dejado de invertir entre 2012 y 2013 302 millones de euros presupuestados para infraestructuras en Asturias, "con eso habría más que suficiente para solucionar cualquier problema".

El diputado anunció además que los diputados socialistas asturianos exigirán en el Congreso "pruebas reales" de que Fomento puede cumplir su último compromiso de abrir la Variante en esta legislatura.