Tienen sólo palabras de agradecimiento. Y una sonrisa imborrable en la cara. Su ingreso en la ONCE les ha abierto la puerta a una nueva vida. "Hay un antes y un después de entrar a formar parte de esta gran familia", asegura Lucía Menéndez, agente vendedora de los productos de juego de la organización desde noviembre de 2013. Es una de las afiliadas que ha conseguido empleo gracias a ella. Y no es el único caso. Susana García ha cumplido su ilusión de volver a su profesión gracias a la ONCE.

"Soy licenciada en Dirección y Administración de Empresas. El progreso de mi enfermedad hizo que pasara de trabajar sin discapacidad a, de un día para otro, tener que hacerlo con ella. Y no pude. Me dedicaba a temas administrativos y me costaba mucho hacerlo sin vista. Pensaba que ya nunca más podría volver a mi trabajo. Un amigo me habló de la ONCE y me acerqué a pedir ayuda. Me abrieron un mundo de posibilidades. Sólo tenía que cambiar la mentalidad y darme cuenta de que era capaz de seguir haciendo lo mismo, sólo que de otra manera", explica García. A partir de ahí todo fueron buenas noticias para ella. Ahora está trabajando dentro de la ONCE, ayudando a que otras personas con discapacidad encuentren empleo.

Lucía Menéndez tiene 23 años, pero a pesar de su juventud tiene claro que "entrar en la ONCE ha sido mi mejor decisión". "Y aquí me voy a quedar, yo ya no me voy", cuenta riendo. "Perdí un 80 por ciento de visión por una enfermedad. Fue de golpe. Un día ves bien y al siguiente lo pierdes todo. No te lo esperas y tienes que aprender a vivir con ello sin tiempo para adaptarte. Es volver a empezar con todo y con el trauma que te supone quedarte sin vista. Te preguntas: "¿por qué me pasa a mí esto?". Aquí todos tenemos una historia, todos tenemos algo, pero siempre se sale adelante. Te ayudan a entender que la vida hay que vivirla con las cartas que te tocan. La ONCE hace que nos sintamos funcionales y capaces", afirma.

En la ONCE de Asturias conviven con cientos de casos como los de estas dos jóvenes. Tanto la delegada territorial de la organización en Asturias, Matilde Gómez, como la presidenta del Consejo Territorial, María Yobanka Cuervo, insisten en que "no es una organización para ciegos". Y advierten de lo importante que es para las personas con alguna discapacidad visual contar con la orientación adecuada a tiempo. "Es la garantía de un futuro mejor", dicen.