Dentro de quince años, Asturias habrá perdido 87.968 habitantes, una población algo superior a la que hoy tiene Avilés (82.658 habitantes), el tercer municipio más poblado de la región. En el año 2029, el Principado habrá bajado del millón de habitantes (hoy tiene 1.058.976) y tendrá censadas a 971.009 personas, lo que supone un retroceso del 8,3 por ciento.

Esta es la proyección demográfica que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que subraya de nuevo el severo declive poblacional que sufre Asturias desde hace varias décadas. Las proyecciones difundidas indican, además, que el Principado será la comunidad autónoma que previsiblemente perderá más habitantes, por detrás de Castilla y León, donde el censo se reducirá en los próximos quince años un 9 por ciento. Detrás de Asturias, la región más castigada por el despoblamiento será Galicia, que acusará una reducción de su población del 7,6 por ciento. La pérdida demográfica de Asturias se situará seis puntos por encima de la media de España, que es de un 2,2 por ciento. Por el contrario, las comunidades que ganarían población en los próximos años serían Madrid, Canarias, Baleares, Murcia y Andalucía.

Asturias ya ha perdido 3.820 habitantes desde el 2002, un retroceso donde se suma la alta mortalidad, la baja natalidad y la marcha de numerosos emigrantes que acudieron a la región en la época de la bonanza económica, cuando España prácticamente rozó el pleno empleo. Para los próximos años, salvo que nuevas circunstancias vengan a modificar estas proyecciones estadísticas, el futuro se pinta bastante negro.

El saldo vegetativo (la diferencia entre nacimientos y fallecimientos) seguirá siendo negativo e irá acentuándose. Por esta vía, Asturias perdió 4.896 habitantes en 2011, 5.529 en 2012, 6.051 el año pasado y el INE estima que este se cerrará con una pérdida de 6.157 habitantes. En 2026, la proyección indica que habrá 7.650 muertes más que nacimientos.

En lo relativo a la pérdida de población que emigre al extranjero o a otras comunidades, la proyección del INE da un respiro al Principado y considera que se revertirá la tendencia de los últimos dos años, marcados por la recesión económica, en la que Asturias redujo su población por esa vía.

El INE estima que partir de este año volverán a ser más los extranjeros que se asientan en Asturias que los asturianos que salen a buscar una oportunidad al extranjero o los emigrantes que retornan a sus países de origen. Así, en 2028, Estadística considera que la región ganará 1.503 habitantes anuales por esa vía. Asturias, donde la población de emigrantes extranjeros es muy reducida en comparación con el resto de regiones españolas, será en 2028 la tercera comunidad que, porcentualmente, más crezca en afluencia de nuevos emigrantes. Eso en caso de que se prolonguen las tendencias demográficas y comportamientos sociales observados en la actualidad y que han servido como base a esta simulación.

Algo parecido ocurrirá en lo relativo al saldo migratorio con respecto a otras comunidades autónomas de España. Será positivo y aportará 441 habitantes más al año a la región allá por 2028.

En lo referente a la media nacional, España perdería 1.022.852 habitantes (un 2,2%) en los próximos 15 años y más de 5,6 millones (un 12,1%) dentro de 50 años. De esta forma, la población se reduciría hasta los 45,8 millones en el año 2024 y los 40,9 millones en 2064. Para este año, si continúa la tendencia demográfica actual negativa iniciada en 2012, la población descendería un 0,15%.

La reducción de la población residente se debe, principalmente, al progresivo aumento de las defunciones y a la disminución de los nacimientos, fenómeno que será especialmente acusado a partir de 2040, por lo que se produciría así un saldo vegetativo negativo desde el segundo año de la proyección (2015) y que no se vería compensado con el saldo migratorio, que sería positivo en el mismo periodo, con cerca de 2,5 millones de migraciones netas con el exterior.

Además, el número de nacimientos seguiría reduciéndose en los próximos años, continuando con la tendencia iniciada en 2009 ya que, entre 2014 y 2028, nacerían en torno a 5,1 millones de niños, un 24,8% menos.