La última campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) contra el exceso de velocidad se saldó en Asturias con el mayor número de sanciones en términos absolutos de todas las realizadas desde el año 2011, con casi 1.000 conductores multados. La mayor parte de las denuncias se produjeron en carreteras convencionales, donde la velocidad está limitada a un máximo de 100 kilómetros por hora y donde la velocidad media de los vehículos que la superaban llegaba a los 108 kilómetros por hora.

Tráfico controló mediante radares la velocidad de un total de 26.289 vehículos en la semana del 13 al 19 de abril. De ellos, 988 superaron los límites de velocidad, es decir, el 3,76% del total de los conductores.

El 71% de los controles se realizaron en carreteras convencionales y travesías, vías con un solo carril en cada sentido de circulación y en las que se registra un alto porcentaje de los accidentes que se producen en la región.

En el 22% de los accidentes mortales que se produjeron en el año 2013 -últimos datos cerrados-, la velocidad fue "un factor concurrente", según la DGT. Según un estudio elaborado por la Universidad de Valencia, los radares son un método válido para reducir el número de fallecidos y accidentes de tráfico. Según la Jefatura Provincial de Tráfico en Asturias, durante la semana en la que se desarrolló la última campaña se controló un total de 7.299 vehículos que circulaban por autopistas o autovías en la región. De ellos fueron denunciados 199, que circulaban a una velocidad media de 133 kilómetros por hora cuando el límite máximo permitido era de 120.

Otros 18.831 vehículos fueron controlados en carreteras convencionales, de los que 781 fueron sancionados por exceso de velocidad, al circular a una media de 108 kilómetros por hora cuando el máximo son 100. Y por último, en las carreteras de travesía, con una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora, se controló a 159 vehículos, de los que 8 fueron sancionados por circular a una media de 63 kilómetros por hora.

Las infracciones por exceso de velocidad pueden ser graves o muy graves, con sanciones que oscilan entre los 100 y los 600 euros, además de la pérdida de puntos, que puede variar entre dos y seis dependiendo de cuánto se hayan sobrepasado los límites.

Pero además, según el Código Penal, si el exceso de velocidad es superior en 60 km/h en vía urbana o en 80 si es interurbana, la falta se convierte en delito y es castigada con pena de prisión de 3 a 6 meses, o una multa que puede ir de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Eso sí, en cualquier caso la condena conlleva la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores entre uno y cuatro años.

En el conjunto de España, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controlaron la velocidad a 735.496 vehículos, de los que 32.186 conductores fueron denunciados por exceso de velocidad, lo que representa el 4,4% del total.

Del total de los conductores denunciados, dos incurrieron en delito y fueron puestos a disposición judicial por exceder en más de 80 kilómetros por hora la velocidad permitida en la vía por la que circulaban.

El 67 por ciento de los controles de esta campaña se realizaron en carreteras convencionales y travesías, donde la velocidad media de los vehículos denunciados fue de 114 kilómetros por hora, mientras que en autopistas y autovías fue de 138 kilómetros por hora.