El joven que el miércoles sufrió el ataque de un oso en Cantabria asegura desde la cama del Hospital Valdecilla, donde está ingresado, que sólo vio al animal "cuando ya lo tenía encima". Eduardo E. V., de 35 años y amante de la fotografía, cuenta que estaba haciendo fotos cuando en un momento del camino -a dos kilómetros del pueblo de Villaescusa, en Campoo de Enmedio- oyó un rugido a su izquierda e inmediatamente después un oso le mordió en el brazo. Este vecino de Reinosa tiene la extremidad "destrozada", con rotura de cúbito y el radio salido del codo, así como heridas en la cara y el cuello. Tras el suceso, el joven llamó al servicio de emergencias y caminó como pudo en dirección al pueblo. "Lo que más me preocupaba en ese momento era no desmayarme para poder ser localizado", narra. Eduardo E. V. no entiende el motivo por el cual el plantígrado le dio un zarpazo y asegura que en ningún momento molestó al ejemplar.