El ovetense Francisco del Busto de Prado (1953) es un gran conocedor de la sanidad asturiana, tanto como médico como desde la gestión, con una dilatada experiencia en la organización y dirección de servicios y políticas de Recursos Humanos. En la actualidad es gerente del área sanitaria VIII, que abarca a la cuenca del Nalón, donde ya ha puesto en práctica algunas de sus teorías, como que "fusionar áreas no significa perder servicios, sino sólo que disminuirían los cargos directivos", según él mismo afirmó después de que el hospital de Riaño obtuviera por tercera vez el prestigioso distintivo de la organización Joint Commision, que premia a los centros sanitarios que se distinguen por sus óptimos niveles de seguridad y calidad asistencial. De los ocho españoles que lo consiguieron, sólo el Valle del Nalón era público.

Defensor de la cooperación y el diálogo, Del Busto ha firmado convenios de colaboración con el hospital de Mieres para compartir recursos, como endoscopias e ingresos en la UCI. Se trata, aseguran quienes lo conocen, de "intentar gestionar bien y de manera eficiente y eficaz".

El nuevo consejero de Sanidad tiene buena fama entre los médicos de la región, y entre los sindicatos también se le conoce por su buen talante. En el Colegio de Médicos de Asturias destacaron su perfil negociador. "Es muy trabajador, discreto, buen conocedor de la realidad sanitaria de la región en todos los aspectos y da prioridad a la necesidad de buscar soluciones, a ser posible consensuadas, por encima de otras consideraciones", aseguraron desde la institución.

"La coherencia y criterio" que destacaron desde el Colegio de Médicos la ejemplificaron con la demanda que el propio Del Busto interpuso en los tribunales contra el Sespa, gobernando el PSOE y que ganó, con lo que tuvo que ser restituido como coordinador de urgencias del antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) pese a la oposición de los entonces responsables de la Consejería de Sanidad.

Uno de los grandes problemas a los que se va a enfrentar es la situación de precariedad laboral de sus compañeros médicos, además de avanzar en la gestión de los recursos sanitarios. "Desde la pelea y la confrontación permanente es imposible dar pasos hacia adelante. Esperemos que su nombramiento suponga un nuevo talante", añadieron las mismas fuentes.