El junio balsámico para los alojamientos asturianos elevó a Asturias hasta la tercera opción más elegida por los viajeros españoles hospedados en establecimientos de turismo rural. Frente a la penuria de la respuesta de los extranjeros, un nueve por ciento de la clientela nacional escogió el Principado en el mes previo a la temporada alta veraniega y eso otorga a la región una cuota del mercado español que sólo superan dos comunidades de mucha mayor dimensión como Castilla y León y Cataluña. La recuperación de Asturias como lugar de vacaciones rurales, pareja a la de un subsector turístico duramente maltratado por los golpes de la crisis, se resume en los más de 62.000 clientes alojados en los establecimientos asturianos a lo largo del primer semestre de 2015, cerca de 2.000 por encima del registro del mismo periodo de 2014 y nada menos que 17.000 más que en 2013, el año que pasa por ser el más crudo de la etapa recesiva para las casas rurales del Principado. Era cuando la crisis y la retracción del consumo había empujado hacia abajo todas las tarifas y había grandes hoteles urbanos a precio de casa rural, lo que desvió hacia esas habitaciones a una parte de la clientela que tradicionalmente escogía el hospedaje agrario por razones económicas.