La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Gobierno asturiano, María Jesús Álvarez, ha negado tajantemente este martes las afirmaciones realizadas por el ganadero Gaspar Luis Costales, quien, tras participar en una reunión en la Junta General del Principado con Podemos, declaró a los medios de comunicación que se estaba aprobando la venta para el consumo humano de ternera que ha dado positivo en tuberculina.

"Es radicalmente falso que se comercialice carne en los mataderos de Asturias afectada por tuberculosis", han afirmado desde la Consejería a través de un comunicado, en el que han explicado que los servicios veterinarios oficiales de los mataderos asturianos "se ajustan escrupulosamente a los procedimientos de inspección establecidos en la normativa nacional y europea, así como a los protocolos y directrices fijadas por la Dirección General de Salud Pública, inspeccionando las canales, vísceras y ganglios de todos los animales y, muy especialmente, de los reaccionantes a la prueba de tuberculina".

Por lo tanto, desde el Gobierno han insistido en que la carne comercializada por los mataderos de Asturias cumple con todas las garantías sanitarias exigidas.

Pero además, desde la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales han aclarado que ellos no tienen entre sus competencias liberar al consumo humano la carne de ternera, ya que para ello son preceptivas las "inspecciones rigurosas" que realizan los servicios veterinarios oficiales designados por la Consejería de Sanidad.

Desde el Gobierno regional también se ha negado que existan "falsos positivos", ya que el programa nacional establece que un animal es considerado positivo cuando reacciona a la prueba de la tuberculina, independientemente de que la res pueda tener o no desarrollada la enfermedad y presentar lesiones.

Han explicado que cuando en una explotación de bovino aparece un positivo a la prueba de tuberculina, el protocolo exige realizar una segunda prueba en cuanto se disponga de los resultados de los análisis realizados en el laboratorio, en un plazo que suele rondar los tres meses. Si los resultados obtenidos en la segunda prueba son negativos, la explotación puede recuperar su carta verde en ese momento.

Por último, desde el Ejecutivo regional han aclarado que la venta de animales a otra explotación únicamente se puede realizar desde explotaciones con la carta verde. En el caso de que la explotación no esté categorizada como T3 histórico (las que durante tres años consecutivos no tienen ningún caso de tuberculosis), es preciso realizar una prueba de tuberculina previa a la venta. "Las explotaciones con la calificación suspendida sólo pueden vender reses con destino a matadero, nunca a otra explotación ganadera", han indicado.