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Carlos V convence en Tazones

A pesar de las críticas de los estudiosos por la "falta de rigor histórico" del guión, en el pueblo vieron con expectación la serie y creen que es una "buena promoción"

Arriba, una imagen de Álvaro Cervantes, que da vida a Carlos V. Debajo, tazoneros siguiendo la serie en el restaurante El Pescador.

"Reivindico a Tazones". Así de contundente se muestra el estudioso maliayés Etelvino González tras ver el estreno de la serie sobre el emperador Carlos V, vinculado al concejo por ser en Villaviciosa la primera vez que puso pie en tierra española, en 1517. El primer capítulo no le convenció porque, en su opinión, "le falta rigor histórico". González deja claro que los tazoneros "no recibieron a pedradas" -como se mostró en la serie- al entonces príncipe de Gante ni a su corte.

"Es un invento del guionista que deteriora la imagen del pueblo, que se comportó de forma impecable", explica. Aunque inicialmente los maliayeses confundieron a los intrusos con piratas otomanos, porque eran los principales enemigos en aquellos tiempo, en cuanto descubrieron que hablaban castellano y los símbolos cristianos de sus barcos les brindaron información sobre el pueblo al que habían llegado por confusión y que más allá estaba la ría, que les llevaría hasta la capital del concejo, Villaviciosa.

Etelvino González cree que el recibimiento televisivo a pedradas "no es un detalle menor" porque así en la serie plantean "¿qué va a ser de un rey si lo reciben a pedradas?". Y añade: "No fue así. No hubo tal batalla. Al guión le falta rigor histórico. Lo único que se trata con dignidad es a doña Juana".

Con todo, entre los vecinos de Tazones sí que convenció la serie "Carlos. Rey Emperador", que obtuvo en su estreno un 15,6% de cuota de pantalla y fue seguida por 2.783.000 espectadores, lo que la convirtió en la segunda opción de la noche del lunes.

Pocos en el pueblo marinero se la perdieron. Un grupo de ellos acudió al bar del restaurante El Pescador, que regenta Enrique Rodríguez. "Lo vio casi todo el mundo", dice el hostelero, que cree que es una "buena promoción" para Tazones, un pueblo con vocación turística en el que los servicios son el principal motor económico. El que apareciera al empezar el capítulo el nombre del pueblo al recrear el desembarco -que cada verano conmemoran en la villa en agosto- es publicidad de la buena. Eso sí, les hubiera gustado que la productora hubiese grabado en el puerto tazonero o en su playa. Porque en la serie se recurrió a una toma general del arenal de Torimbia (Llanes).

A Cristina Carneado, presidenta de la Asociación I Desembarco de Carlos V, le pareció bien el relato de la historia por la referencia al pueblo. Como era consciente de que no habían tomado ninguna escena en Tazones tampoco esperaba más. Destaca que la serie recoge, igual que en la fiesta del Desembarco, la escenificación del miedo inicial de los tazoneros. "Nos hubiera gustado que reflejaran más la llegada, pero no lo considerarían importante", se conforma, porque en el fondo están "contentos porque es un reconocimiento" a la recreación histórica que hacen en el pueblo.

"Me pareció muy bien y creo que puede tener tirón", agregó Roberto Madiedo, del restaurante El Puertu, que está satisfecho porque cada vez se conozca más al personaje de Carlos V y se sepa que por primera vez llegó a España por Tazones. También le gustaría que hubieran filmado en el pueblo. Pero por motivos de producción y presupuesto, la mayor parte de los 17 capítulos se grabaron en dos platós, Granada, Toledo y Yuste, monasterio en el que murió un monarca que, cinco siglos después, ha colocado al pequeño Tazones en el mapa del turismo.

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