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La convocatoria de 50 plazas abre la "guerra de las cátedras" en la Universidad

Inquietud entre los aspirantes, que exigen conocer ya los criterios de adjudicación y las áreas beneficiadas

La inquietud se ha disparado entre las decenas de profesores de la Universidad de Oviedo que esperan convertirse en catedrático después de que el rector, Vicente Gotor, haya anunciado a los directores de departamento la convocatoria de 50 plazas de esta categoría tras cuatro años de bloqueo debido a las restricciones impuestas por el Gobierno central, tal y como desveló ayer LA NUEVA ESPAÑA. Algunos de los implicados temen quedarse sin puesto y, por eso, se han apresurado a presentar escritos para exigir a los dirigentes académicos que expliciten cuanto antes los criterios que seguirán para la adjudicación con el objetivo de conocer qué áreas serán las seleccionadas. Por su parte, Ignacio Loy, presidente de la junta de personal docente e investigador con categoría de funcionario, acusó ayer al equipo rectoral de "crear falsas expectativas y lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo y sin motivo" por haber comunicado sus intenciones "sin haberlas pactado previamente con el Principado", condición necesaria para sacar adelante los concursos.

En los escritos presentados por varios de los profesores que esperan convertirse en catedráticos, a los que ha tenido acceso este diario, se pide "conocer lo antes posible" los criterios que seguirá el Rectorado para sacar a concurso las plazas. Esta petición se apoya en que no todos los aspirantes al más alto nivel académico podrán finalmente alcanzarlo, ya que la Universidad de Oviedo cuenta con 136 acreditados para esta figura y, como mucho, se podrán ofertar medio centenar de puestos, en virtud de lo que dictamina un decreto-ley del Gobierno publicado el pasado sábado.

Algunos de los afectados consideran que deben primar las necesidades docentes de cada área. Es decir, que la convocatoria dé prioridad a plazas en áreas con pocos catedráticos. Otros, por contra, opinan que, ante todo, debe tenerse en cuenta la antigüedad de la acreditación de cada aspirante o los años que acumulan como profesor titular. Posturas enfrentadas que, en última instancia, deberá resolver el Rectorado.

A este nerviosismo de algunos de los candidatos a catedrático se sumó ayer el enfado de los representantes de la junta de personal docente con categoría de funcionario de la Universidad, al sentirse excluidos de este proceso. "El rector ha preferido comentar el asunto sólo con los directores de departamento y dejarnos a nosotros al margen. Seguramente lo ha hecho porque en marzo hay unas elecciones en las que él también quiere jugar, aunque no se vaya a presentar", señala Ignacio Loy, presidente del órgano de representación.

Además, el profesor de Psicología Básica y representante del sindicato Comisiones Obreras advierte de que la propuesta de Gotor "puede ser irrealizable". "En primer lugar, se ha lanzado a la piscina sin consultar antes al Principado, que debe ser quien dé el dinero para la mejora de los profesores", advierte. "Le pasa directamente la patata caliente al Gobierno autonómico. Parece como si quisiera quitarse responsabilidad si, finalmente, no es posible adjudicar el medio centenar de plazas y hay que optar por muchas menos ante una posible falta de presupuesto", añade.

Loy considera además que los dirigentes académicos podrían haber "incurrido en un error al interpretar el decreto-ley del Gobierno". "Dicen que se podrán convocar tantas plazas de catedrático como jubilaciones haya. Ojalá estén en lo cierto. Pero el texto del Ministerio de Educación señala que está permitido adjudicar tantas cátedras como plazas se convoquen para el 'cuerpo docente'. Bajo nuestra perspectiva, esto significa que el número de plazas de catedrático será igual al de las que se saquen para profesores funcionarios", destaca. "Se están levantado unas expectativas que podrían verse truncadas. No se puede jugar con la ilusión de la gente", remata el representante sindical.

La Universidad de Oviedo podrá convocar plazas de catedrático después de cuatro años de bloqueo gracias a un decreto recién aprobado por el Gobierno. El tapón sin precedentes creado por las restricciones impuestas hasta ahora ha hecho que 136 profesores esperen por alcanzar esta categoría tras haber justificado sus méritos ante la agencia nacional ANECA.

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