"Pedro Menéndez no fue el único. Hay otros asturianos que, como él, abrieron camino en San Agustín de la Florida. Por eso, creo que el papel que jugó el Principado en el desarrollo de Estados Unidos merece más atención". Ésta fue la reflexión que hizo ayer el historiador canadiense Michael Francis durante el acto de presentación de su libro "San Agustín. La primera ciudad de Estados Unidos. Una historia ininterrumpida y un espíritu imperecedero", celebrado en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos, en Oviedo. Francis aportó luz a la "otra historia" de la ciudad hermanada con Avilés, centrándose no tanto en su papel militar, sino social. Entre los datos más curiosos que reveló ante medio centenar de personas, destaca que las mujeres eran hace 250 años las grandes propietarias de la región. Más de la mitad de las casas estaban en sus manos, lo cual pone de manifiesto su poderío en esa época.

Michael Francis, profesor de historia de la Universidad del Sur de Florida-San Petersburgo, fue presentado con cálidas palabras por el secretario del Pleno de la Comisión Nacional para las Conmemoraciones de la Nueva España, José Manuel Ramírez, quien subrayó de él "su profunda pasión" por la historia de San Agustín de la Florida. Una historia, que a su parecer, debe de seguir creciendo y enriqueciendo a ambas naciones. "Hoy, como hace 450 años, hay españoles que tienen mucho que aportar en el engrandecimiento de Estados Unidos. Y me estoy refiriendo a los empresarios", expresó. Para a continuación añadir que "tenemos que sentirnos orgullosos de haber contribuido al nacimiento de EE UU" en clara referencia a la ciudad de San Agustín, fundada en 1565 por Pedro Menéndez de Avilés. El pasado 8 de septiembre, la ciudad se vistió de rojo y amarillo para celebrar su 450º aniversario.

Sin embargo, ese sentimiento por España es relativamente nuevo, a juzgar por la charla que Michael Francis dio ayer con motivo de la inauguración del II Ciclo de conferencias Asturianos en Indias. El vínculo con la "tierrina" se perdió a raíz del exilio que muchas familias emprendieron hacia Latinoamérica por el dominio británico. En concreto, salieron de San Agustín 3.096 personas. El 30 por ciento murió seis años después en Cuba. A partir de ahí, la ciudad fue recobrando la normalidad, aunque a base de una población nueva, que ya había olvidado su memoria histórica. Esta situación se acentuó todavía más por dos motivos, según Francis. El primero de ellos es que el edificio más antiguo que se conserva es el castillo de San Marcos del año 1702. Anterior a ello, no hay nada. "Todo se destruyó o se quemó", matiza el historiador. Una de las construcciones más destacadas en los libros de historia, pero de la hoy no queda rastro es el pueblo de los negros libres. "Ahora lo que tenemos es una especie de isla, pero de haberse mantenido, tendríamos uno de los complejos arqueológicos más importantes de Estados Unidos", manifiesta.

El segundo motivo por el que San Agustín de la Florida se desentendió de su pasado fue el idioma. En este sentido, Michael Francis indica que en la actualidad está dando clases de paleografía del siglo XVI, con el objetivo de que la historia llegue al mayor número de personas.

Francis terminó la ponencia refiriéndose al mito más conocido de la ciudad, el de Juan Ponce de León y la fuente de la juventud. "El conquistador español nunca estuvo en San Agustín. De hecho, ni existía de aquella todavía. La leyenda partió de un magnate que construyó un hotel -actual colegio Flagler- bajo el nombre de Juan Ponce de León. Y más adelante una vecina se inventó el parque de la juventud", matizó. Así fue cómo el mito llegó hasta nuestros días y Ponce de León tiene la estatua que no tiene Pedro Menéndez. Francis y la científica María Dolores González-Ripoll estarán hoy en Avilés.