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AURORA REVUELTA FUENTES | Doctora ovetense perteneciente al equipo de Médicos Sin Fronteras para Siria

"No nos explicamos el bombardeo del hospital, conocían las coordenadas"

"Las medidas disuasorias y las restricciones administrativas han frenado el éxodo sirio; haría un llamamiento a la UE para que facilite vías seguras"

Aurora Revuelta, en una imagen del año pasado. gustavo garcía

La médico ovetense -con raíces en Pravia- Aurora Revuelta Fuentes permanece desde finales del pasado mes de enero en el equipo de Médicos Sin Fronteras para Siria, que coordina el avilesino Carlos Javier Francisco Cabello y que tiene su base, por evidentes razones de seguridad -los extranjeros no pueden entrar en Siria-, en la ciudad turca de Kilis. Fue allí donde el equipo recibió la noticia del bombardeo norteamericano del hospital de Médicos Sin Fronteras en Kunduz (Afganistán), que ha causado la muerte de 12 empleados de la organización y siete pacientes. "Estamos todos muy tristes. No nos explicamos por qué han bombardeado el hospital, conocían sus coordenadas exactas", asegura esta mujer en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA desde Turquía. La doctora ha asistido en primera línea al éxodo del pueblo sirio, que se ha frenado en las últimas semanas por las dificultades para atravesar las fronteras. "Hago un llamamiento a la Unión Europea para que facilite a los refugiados vías seguras para llegar a Europa", pide.

-¿Qué estado de ánimo tienen tras una tragedia como la de Kunduz?

-Todo el equipo de Médicos Sin Frontera aquí en Turquía está muy triste. Tenemos además una compañera que estuvo trabajando con los fallecidos y está muy afectada. Estamos todos muy consternados. Conocían las coordenadas del hospital porque se las habíamos facilitado a todas las fuerzas que participan en el conflicto. Se sabía que aquello era un hospital con personal médico y medio millar de pacientes. No nos explicamos que lo hayan bombardeado.

-Usted están en Turquía, muy cerca de la frontera con Siria, otro país azotado por una guerra terrible. ¿Cómo están viviendo la situación?

-Siguen habiendo bombardeos brutales en Siria, con bidones rellenos de material explosivo. Tenemos a unos 150 compañeros de Médicos Sin Fronteras trabajando dentro del país con muchas dificultades, especialmente quienes hacen la distribución de productos de primera necesidad y medicamentos. Y hemos perdido personal en medio de la guerra.

-Ahora la cosa se complica con la intervención rusa.

-El panorama político de Siria no puede ser más desolador. No se alcanza a ver una solución al conflicto. La gente de Siria continúa huyendo de los bombardeos, continúa intentado salir del país, pero las medidas disuasorias y las restricciones administrativas están dificultando esa huida. Haría un llamamiento a la Unión Europea para que facilite vías seguras a los refugiados para llegar a Europa y se eviten tantas muertes y tantas dificultades como están sufriendo para completar su viaje.

-Huyen de la muerte.

-Salen del país para que no les maten. Yo personalmente tomaría también la decisión de marcharme, para que no me maten, para no tener constantemente el alma en vilo, para que los niños dejen de sufrir las condiciones que están sufriendo. Pero no todo el mundo se va de Siria. Los hay que prefieren quedarse, por dignidad, porque no quieren dejar su patria, porque no quieren perder todos sus bienes.

-¿Cómo es la situación sanitaria de la población en Siria?

-Es el quinto año de guerra y no hay actividad alguna de vacunación, la atención materno-infantil ha desaparecido. Hay toda una generación de niños perdida, a la que no se ha podido inmunizar frente a enfermedades ya superadas. Hay además mucho riesgo de cólera y nos llegan constantemente notificaciones de casos de fiebre tifoidea, todo ello por las malas condiciones de salubridad. La población tiene grandes dificultades para acceder al agua potable.

-Lleva en Turquía desde finales de enero. ¿Hasta cuándo tiene previsto quedarse?

-Me quedaré aquí hasta finales de año por lo menos, no se si se alargará más.

-Imagino que estará deseando volver a Asturias.

-Claro que iré, pero no podrá ser en Navidades.

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