Asturias presenta el porcentaje de población en edad de escolarización obligatoria más bajo de España y uno de los más bajos de la Unión Europea. Los paupérrimos índices de natalidad mantenidos en el Principado desde hace dos décadas y reducidos al mínimo en estos últimos años a causa de la crisis han dejado al mínimo ese porcentaje.
Los asturianos en edad de escolarización obligatoria, es decir, entre los 6 años -principio de la Primaria- y el final de la ESO, suponen el 11% del total de la población de Asturias. La media de la Unión Europea es del 15,6%. La media de España, el 15,2%.
La distancia entre comunidades llega a ser inmensa en algunos casos: la Región de Murcia saca siete puntos a Asturias. Siete comunidades, más Ceuta y Melilla, superan la media española. Otras tres (Asturias, Galicia y Castilla y León) quedan definitivamente rezagadas. Nos quedamos sin niños.
Regresión demográfica
Si Asturias fuera un país de la UE, sería el de menor tasa de población en edad de escolarización obligatoria. En el año 2009 la población asturiana llegó a su máximo, con 1.085.000 habitantes. A partir de ahí, prolongado descenso. En 2013 el número de habitantes en el Principado se situó en 1.067.000, y en torno a esa cifra se mantiene.
Pero cuando en 2009 la población asturiana comenzó a caer, en España aún había tendencia estadística al alza. De hecho el padrón nacional no sufrió números rojos hasta el año 2012, cuando las dificultades económicas frenaron la natalidad pero, sobre todo, propiciaron una operación retorno de muchos cientos de miles de inmigrantes.
Con menor número de niños en edad escolar, Asturias debería salir mejor parada que otras comunidades en otra estadística de vital importancia macroeconómica: la tasa de dependencia, esa que suma a los menores de 20 año y a los mayores de 59. Pero con una población tan envejecida como la asturiana, el escaso número de niños no compensa.
Asturias tiene la quinta mayor tasa nacional de dependencia, tan sólo por detrás de Castilla y León, Galicia, País Vasco y Aragón. La cifra asusta: casi un 80% de los asturianos está en edad -o al borde de la edad- no contributiva. Los menores de 20 años suponen en Asturias el 26% de la población total (la más baja del país). Los mayores de 59 suman más del 53%, la segunda más alta de España tras Castilla y León.
Ambos parámetros conforman un cóctel peligroso, "datos que deberán ser analizados y tenidos en cuenta en la planificación educativa y de cualquier otro ámbito que se realicen en nuestra autonomía", según el informe del Consejo Escolar del Principado correspondiente al curso 2012-13 que este organismo acaba de aprobar y publicar.
Futuro condicionado
Hay otra estadística de la que Asturias sale igualmente malparada. Es la que analiza la población escolarizable en relación con el padrón total de la comunidad. Se entiende por población escolarizable a los menores de 24 años. La tasa asturiana (18,3%) es la menor de España, y de largo. Galicia, la segunda comunidad por la cola, nos saca dos puntos, mientras que la tasa española es de casi el 25%.
La falta de masa crítica joven condiciona el futuro de Asturias de una manera dramática. Como dato para comparar: a finales de la década de los noventa la población de 0-24 suponía el 26% de los habitantes totales en la región. Perder ocho puntos en década y media es cifra de récord.
No perdemos población, perdemos población joven, y eso sí es grave. Del año 2000 al 2013 el padrón asturiano se vio reducido en un 0,8%, un dato estadísticamente hablando poco estimable. En ese mismo periodo de tiempo la población española aumentó más de un 15%.
Cada mes de septiembre entran en la etapa de Primaria en Asturias unos 6.500 niños. Eso es ahora; hace diez años el desembarco de nuevos escolares a la Enseñanza Obligatoria asturiana rondaba los 7.700 estudiantes. Es un 16% de merma, que responde, sobre todo, a criterios de natalidad y no tanto de inmigración.
Son algo más de seis mil los niños extranjeros menores de 16 en Asturias. Buena parte de ellos, escolarizados (y entre los 6 y los 16 años, casi todos). La población extranjera en Asturias tuvo su cénit en 2013 y comenzó un lento descenso. También eso se va a notar en las aulas.
