La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una cabra de Salas para el mundo

"Valentina" se ha convertido en un reclamo para los peregrinos jacobeos, que se hacen una foto con el animal en Sobrerriba como recuerdo único del Camino

Una cabra de Salas para el mundo

"¡Valentina!", grita Francisco Rubio. Y ella aparece en un suspiro a su lado. Mueve el cuello y observa a la persona que la llamó, a la que probablemente asocia a comida y cariño. "Valentina" es una cabra que han hecho famosa en la red los peregrinos que pasan por el tramo Cornellana-Salas del Camino de Santiago. Tiene cuenta en Instagram y su historia ha recorrido el mundo a través de innumerables fotografías que la hacen protagonista.

El animal llegó a casa de Francisco Rubio, en el pequeño pueblo salense de Sobrerriba, el 14 de febrero, por San Valentín. En el día de los enamorados, enamoró a la familia.

Con la llegada del buen tiempo el animal salió a pasear a la finca de la casa, que linda con la ruta jacobea. Muchos peregrinos veían a la cabra "y les hacía gracia". Desde junio, los hijos veinteañeros de Francisco Rubio (Naomi y Damián Rubio) decidieron poner un cartel con la cuenta de Instagram de "Valentina" para informar a los caminantes de que pueden sacar una foto con la cabra y subirla a la red. "Fue un éxito y ahora es famosa", subraya risueña Naomi Rubio. "Desde entonces preguntan más por ella; no hay peregrino que no se haga una foto, que no le ofrezca un trozo de pan... Ella quiere todo: mimos y comida", añade la joven.

"Valentina" se ha convertido en un símbolo para el peregrino. Cuenta Naomi Rubio que muchos se acuerdan de ella cuando llegan a Santiago de Compostela, y que la cercanía de la cabra sorprende a la mayoría. "Algunos no saben cómo se comporta esta especie; piensan que es agresiva o puede atacar: nada más lejos de la realidad", dice el padre, Francisco Rubio. Este transportista de profesión asegura que incluso algunos vecinos de concejos limítrofes, acostumbrados a la Asturias ganadera, se sorprenden con "Valentina". Ella es "dulce". "Por aquí pasan extranjeros que no vieron en su vida una cabra. "Valentina les encanta", añade.

La cabra se queda mirando al humano como si esperara algo. Provoca risas y un alto en el largo camino. Si los peregrinos llevan un bocadillo, muchos no se lo piensan: le ofrecen de su mano un trozo de pan.

En Sobrerriba y el cercano núcleo de Cornellana están encantados con esta publicidad gratuita. El pueblo, de tradición ganadera, tiene pocos habitantes. Francisco Rubio estima que no hay más de cinco personas viviendo todo el año en este núcleo. "Valentina" y el Camino de Santiago les ha puesto de nuevo en el mapa. El pueblo es ahora algo más famoso en internet, y además "lo es por algo bueno", dice Rubio.

En el perfil de "Valentina" no faltan las bromas ni tampoco las gracias a una cabra que saca sonrisas y ternura. Tampoco las alusiones a algo que resulta llamativo para muchos: si alguien se acerca, ella espera en una piedra, come de la mano y hasta da la pata. Los peregrinos se van con una sonrisa, con más conocimiento del comportamiento de una cabra y con información sobre la ternura y capacidad de empatía del mundo animal.

Compartir el artículo

stats