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En corto y por derecho

Nada común en común

Ahora en Común, la plataforma llamada a reunir a la izquierda, ya lo saben, no ha sido capaz de poner nada en común entre Izquierda Unida y Podemos, pero ha sido el espacio elegido por IU para concurrir a las generales, aunque las noticias que llegan deberían poner nerviosos a los dirigentes de la coalición.

En primer lugar, Ahora en Común ni siquiera va a poder presentarse a las generales con ese nombre, porque los promotores que lo registraron se enfadaron y no permiten que se utilice. Así que la organización está intentando encontrar otras denominaciones. Una de las alternativas era el nombre de Unidad Popular en Común, que ya había registrado previamente el abogado Gonzalo Boyé, a la sazón editor de la revista "Mongolia" y también impulsor de Ahora en Común. Efectuó el registro porque ya se olía que los dueños del nombre Ahora en Común no permitirían utilizarlo en las elecciones. El problema es que Boyé fue condenado a 16 años de cárcel por la Audiencia Nacional por apoyar a ETA, así que los integrantes de Ahora en Común consideraron que no les parecía adecuado utilizar el nombre de Unidad Popular en Común. En un alarde de imaginación y creatividad, las alternativas que ahora hay sobre la mesa son los nombres Unidad Popular y Ahora Confluencia.

¿No les suena esto un poco a las historias del Frente Popular de Judea y el Frente Popular Judaico de la película de los Monty Python "La vida de Brian"? El temor en IU es que a ellos les toque ser el "escuadrón suicida". En fin, de todo menos común.

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