"El diagnóstico perfecto es la autopsia pero hay que decir a los políticos que no queremos diagnósticos perfectos sino un tratamiento a tiempo", remarcó ayer el presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor-Zaragoza, en el transcurso de una conferencia celebrada en la Universidad de Oviedo que llevaba por título "Emergencia social y ecológica: inaplazables decisiones a escala mundial".

La cita, organizada en colaboración con la Fundación Anastasio de Gracia-FITEL, que preside Félix González Argüelles, sirvió para repasar algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta la humanidad. "Se debilitó la democracia a escala mundial", diagnosticó Mayor-Zaragoza como primero de los males del mundo actual. "Se ha roto el equilibrio en el reparto de la riqueza", continuó diciendo.

Y es que unos pocos varones mantienen el poder absoluto, agregó antes de encadenar que el problema de los refugiados se está tratando de resolver "vendiendo armamento. ¿El resultado? "No existe una verdadera regulación. Europa está actuando muy mal porque es una unión monetaria exclusivamente y no tiene unión económica, ni fiscal ni de política exterior", concretó el exdirector general de la Unesco. En ese contexto, miles de personas continúan muriendo de hambre a diario mientras la riqueza se concentra en unos pocos, advirtió Mayor-Zaragoza.

Más allá de estas valoraciones el presidente de la Fundación Cultura de Paz y exrector de la Universidad de Granada -cargo del dijo sentirse especialmente satisfecho- subrayó que "se ha perdido el equilibrio de aquel diseño perfecto" de la tierra que se fijó en los primeros años del siglo pasado al recaer sobre un 1% de la población mundial una riqueza superior al 99% restante de la humanidad, condición que, a juicio de Mayor-Zaragoza, es consecuencia del neoliberalismo impuesto por Ronald Reagan y Margaret Tatcher.

Abundando en materia política Mayor-Zaragoza se mostró convencido de que hay solución para el encaje de Cataluña en el Estado español tras cuestionar la excesiva emotividad de la política catalana y el "dontancredismo" (en referencia al "lance de don Tancredo", suerte taurina en la que un individuo esperaba la salida del toro quieto sobre un pedestal sin apenas moverse) del Gobierno de Rajoy. "Hay soluciones, pero van a ser siempre políticas", remarcó.

En el caso catalán la propuesta pasaría por una reforma de la Constitución que favorezca un estado federal o confederal similar al alemán o al estadounidense y no por un Gobierno central que se limita "a ver lo que pasa, sin actuar", y por unos políticos catalanes que llevan "al exceso" la emoción, concretó. "En política solo vale la fuerza de la razón", reivindicó el exdirector de la Unesco.

En este punto, Mayor-Zaragoza aprovechó para reclamar que se devuelva a las Naciones Unidas autoridad y medios para hacer frente a un neoliberalismo que, en su opinión, ha sido especialmente perjudicial para Europa. "No se puede seguir con un sistema en el que dominan los mercados y los políticos no pintan nada; desde los 80 se perdieron los valores de justicia social y solidaridad", continuó en su exposición tras asegurar que el mundo se encuentra en un punto de emergencia social en el que es preciso reaccionar para permitir que la gente viva dignamente.

La solución, a su modo de ver, pasa por rehacer el sistema de las Naciones Unidas pues no puede ser que el mundo esté en manos de siete u ocho países en un momento en que, además, se ha reducido enormemente la solidaridad. Por ello, Mayor-Zaragoza abogó por un multilateralismo democrático, eficiente y con autoridad que de haberse impuesto antes hubiese impedido, en su opinión, la guerra de Siria y la posterior crisis de los refugiados en la que Europa sólo ha reaccionado cuando se ha visto obligada a hacerlo por la presión de sus ciudadanos.

"El diseño del mañana se basa en lo que ha pasado", reivindicó pero "nuestro enemigo es al inercia". Mayor-Zaragoza apeló a la importancia de la educación "para dirigir la propia vida" porque "los responsables son los que son educados; las pautas ya no son las del tener sino las del ser". Según su planteamiento, es necesario convocar una reunión extraordinaria de Naciones Unidas para abordar cuestiones de calidad de vida asociada al medio ambiente y de vida digna para evitar la pobreza extrema y la muerte por inanición. En el asamblea general se establecería la hoja de ruta "para la refundación de Naciones Unidas".