Nunca hace sol a gusto de todos. Mientras usted se frota las manos al levantar la persiana y ver que amanece un día soleado, unos 800 asturianos se lamentan porque los rayos solares forman parte de su catálogo de enemigos más despiadados. Son los enfermos de lupus eritematoso, una patología que cursa en brotes que pueden ser activados por la exposición al sol. Ellos son los principales beneficiarios de la instalación, en las marquesinas más próximas a los hospitales de la región, de filtros de protección solar. Tres de ellas están emplazadas junto al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), dos en las inmediaciones del Álvarez Buylla de Mieres y una en el Hospital de Arriondas.

Ayer fueron presentadas las pegatinas identificativas de un tipo de marquesinas llamadas a extenderse por la geografía asturiana, y no exclusivamente en los entornos sanitarios. "El sol puede ser un detonante incluso para los enfermos de lupus que están controlados. Estos filtros no sólo son útiles para nosotros, sino para los afectados por otras enfermedades", explicó Nélida Gómez, presidenta de la Asociación Lúpicos Asturias (Alas).

La primera pegatina fue adherida en una de las paradas del HUCA. Allí estaban los responsables de Cocemfe-Asturias (confederación de personas con discapacidad); representantes de los ayuntamientos de Oviedo y Mieres, y José Manuel Caldevilla, director de la Agencia Asturiana de Transportes y Movilidad. Marisa Ponga, concejala de Atención a las Personas e Igualdad del Consistorio ovetense, se comprometió a que esta entidad incluirá los filtros de protección solar " entre las cláusulas de responsabilidad social de las licitaciones que en adelante llevemos a cabo".

Nélida Gómez reclamó que la sensibilidad con las personas más vulnerables a los rayos solares se extienda a los autobuses, aulas de colegios y guarderías, cafeterías y, en términos generales, a los puestos de trabajo. Por el momento, buscarán la complicidad de los ayuntamientos de Avilés, Langreo y Gijón.