"Siempre estamos interesados en nuevas rutas". Esta es la posición oficial de Ryanair sobre la posibilidad de volver a operar en la región, aunque los portavoces de la compañía consultados por LA NUEVA ESPAÑA en Dublín no entran a comentar los rumores que apuntan a un regreso del "gigante" irlandés del vuelo barato a la terminal de Santiago del Monte, uno de los pocos aeropuertos de entidad de la red estatal sin los servicios de la aerolínea que preside Michael O'Leary.

Ryanair llegó por sorpresa a Asturias en abril de 2012, con vuelos baratos a Madrid, Barcelona y Canarias, sin que mediara, como suele ser habitual con esta compañía, un contrato con la Administración autonómica. Sin embargo, un año después, anunciaba el cese de operaciones en la región, justo después de firmar un millonario convenio con el entonces gobierno popular de Cantabria, por valor de 3.2 millones al año.

Aunque los portavoces de O'Leary enmarcaron aquella retirada en una estrategia global de repliegue en España, como respuesta al incremento de las tasas aeroportuarias decidido por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, también dejaron claro que "la actitud del Gobierno regional para con Ryanair no ha ayudado". Y es que, según su versión, la compañía "intentó entablar negociaciones para promocionar el destino conjuntamente, pero el Ejecutivo regional no mostró interés" en llegar a algún tipo de acuerdo para seguir con las operaciones.

El caso es que en una entrevista con este diario un par de meses antes, Michael O'Leary no solo se mostraba satisfecho con los resultados que estaba obteniendo en la región, sino que anunciaba su intención de abrir rutas internacionales a destinos escandinavos y británicos.

Además de en Asturias, Ryanair también cesó en abril de 2013 su actividad en Bilbao, el otro aeropuerto vecino al de Santander y en donde tampoco disfrutaba de un acuerdo con la Administración autonómica. El contrato con Cantabria expira en 2016.