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Los numerosos accidentes en los sectores de la madera y la pesca preocupan a la Fiscalía

El fiscal de siniestralidad considera prioritario reducir la duración de los procesos

Enrique Valdés-Solís, en su despacho. LUISMA MURIAS

El fiscal delegado de siniestralidad laboral, Enrique Valdés-Solís Iglesias, se mostró ayer preocupado por la accidentalidad en sectores como el forestal o pesquero. En el primer caso, indicó, hay inadecuados sistemas de trabajo. Respecto a la pesca, el número de accidentes es mayor del que se conoce, y calificó de "poco transparente" este sector. Valdés-Solís lleva siete meses al frente de esta parcela de la Fiscalía, y se ha marcado como objetivo continuar el gran trabajo de su antecesora, Esperanza González Avella -ahora en delitos contra la Administración- y sobre todo reducir la duración de los procesos. "Hay juicios por asuntos ocurridos hace 8 años. Ahora los estamos acortando", señaló.

La ventaja de Asturias, aseguró, es que la inspección de Trabajo y el Instituto de Prevención cuentan con turnos de guardia que les permite acudir de inmediato a los accidentes. Sus informes son exhaustivos y de "gran calidad", aunque su elaboración dura bastante, lo que ralentiza los procesos. A lo largo de este año se han abierto nueve por homicidio imprudente contra responsables de empresas por la muerte de trabajadores, frente a los 15 del año pasado y los 14 de 2013. Y en los seis primeros meses del año, se han presentado 17 escritos de acusación, cuatro por homicidio.

Según Valdés-Solís, "se mantienen los accidentes graves, cuando debieran reducirse; la técnica evoluciona, hay mayor concienciación y los castigos tienen que producir efecto". El fiscal no estima que la crisis haya reducido la seguridad. "Ahora el personal está más cualificado y controlado, algo que no ocurría en tiempos de bonanza", indicó. No obstante, la crisis ha producido "una merma en el mantenimiento".

Hay accidentes en construcción e industria, pero también en el sector forestal. "Hay muchísimos, me preocupa notablemente. Que haya trabajadores que estén en poda y no se les haya formado para evitar ser alcanzados, me parece lamentable", dijo. Al fiscal le han llegado en los últimos tiempos "cuatro o cinco casos, algunos fatales". En otros, no hubo una calamidad de milagro. Valdés-Solís se sorprende de que "aún se incumpla una norma básica, como es la utilización de un tractor y un cabrestante para sostener el árbol, y establecer un perímetro". Y es que "se sigue trabajando de forma defectuosa. Si se revisasen los procedimientos habría menos riesgo".

Mercurio en AZSA

También tiene entre manos "muchos accidentes por andamios defectuosos, y precipitaciones de trabajadores en altura, situaciones que deberíamos tener superadas. Entre ellos, el aplastamiento de un trabajador de la mina de Cerredo. También se han registrado incidentes por la detonación incontrolada de explosivos. Investiga la muerte por un chispazo de un trabajador en Salas, mientras limpiaba una cuba. O la muerte por precipitación de un trabajador en Gijón, un atropello mortal en otra empresa gijonesa y otra caída en Luarca.

Sin embargo, el caso que más le impresionó es la intoxicación por mercurio de AZSA, que afectó a cincuenta trabajadores. "Hay pendiente una pericial. Con ese resultado decidiremos si se acusa, pero todo indica que sí", dijo.

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