El primer cambio visible que se producirá en la concertación social será la participación de empresas y expertos en distintos sectores económicos y sociales para que aporten ideas en la elaboración de los programas de acción. Esta propuesta supondrá implicar desde empresas, Universidad y centros tecnológicos hasta especialistas en turismo, ordenación del territorio, operadores logísticos o asistencia social, entre otros.

La idea es conocer el potencial y las necesidades en los distintos ámbitos de actuación para establecer prioridades con un único objetivo: reactivar la economía para mejorar la competitividad y crear empleo, lo que se debe de traducir en mayores ingresos y, por tanto, más fondos para sostener el estado de bienestar. Se trata, en definitiva, de acabar con los múltiples planes de acción deslavazados y elaborar un proyecto integral de región.

El consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, explicó ayer que "es necesario aprovechar todos los foros que permitan lograr acuerdos para salir adelante". Por eso, el Principado, la patronal FADE y los sindicatos UGT y CC OO se plantean el nuevo pacto de concertación como "un proyecto integral y global de reactivación económica y de mejora de nuestra competitividad", matizó Blanco. Y puso un ejemplo.

Una de las grandes preocupaciones es recuperar el sector de la construcción. Las grandes obras y el volumen de nueva vivienda previo a la crisis no volverán. Así que habrá que reinventarse. Y una de las salidas es la rehabilitación. Pero no se trata sólo de cambiar la fachada, o las ventanas. "Hay que pensar en eficiencia energética, pero también social y sanitaria. Hay que rehabilitar para facilitar la accesibilidad, acercar la teleasistencia y las nuevas tecnologías, lo que permitirá, en una región envejecida, que las personas mayores puedan disfrutar de su casa y a la vez estar atendidas. Eso repercutirá no sólo en la creación de empleo, sino también en una mejor gestión de los recursos", explicó Blanco.

En industria el hilo conductor será la estrategia de especialización inteligente, que supone seguir las pautas de la política europea y que implica establecer los sectores que pueden tener mayores ventajas competitivas y apostar por ellos. Esto supondrá elaborar programas específicos que facilitarían el acceso a líneas de ayudas europeas y también establecer una formación específica.

Fuentes de la patronal FADE, de la que partió la idea de la participación de expertos, explicaron que "deben de ser los propios sectores con mayor potencial de crecimiento y de creación de empleo los que digan qué necesidades tienen, desde suministros e innovación hasta de formación, y darles prioridad. Se tiene que acabar el café para todos". Los empresarios aseguran que están comprometidos con la concertación, pero insisten en que es necesario un cambio de mentalidad y que "sólo se firmará un nuevo pacto que suponga crecimiento y modernización".

Tanto UGT como CC OO comparten que el modelo tradicional está obsoleto, aunque fuentes próximas a la negociación aseguraron que desde Comisiones, ya se advirtió al Gobierno regional de que "no se quieren más planes para hacer la foto, ni para que se utilice la concertación políticamente".

El consejero de Empleo afirmó ayer que el objetivo del nuevo pacto es "modernizar e internacionalizar la economía de Asturias y reforzar la colaboración entre el ámbito público y el privado". Respecto de la repercusión de la prórroga presupuestaria, Francisco Blanco señaló que "los proyectos interesantes tendrán recursos, y si hay que acudir a la Junta General tendremos que ser capaces de lograr acuerdos y los demás también serán responsables de lo que hagan".