La junta de gobierno encabezada por el decano Alfonso Toribio ganó ayer la moción de confianza del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias (COAA), en una asamblea general extraordinaria en la que obtuvo 38 votos a favor, 34 en contra y dos papeletas en blanco. Otros cuatro arquitectos intentaron sumarse al cónclave, pero no llegaron a tiempo para depositar su voto.

La moción había sido fruto de un mecanismo estatutario según el cual la junta ha de someter su mandato a la confianza de los colegiados si en la asamblea ordinaria de cada diciembre no obtiene la aprobación de los presupuestos para el año siguiente.

Eso es lo que sucedió el pasado 19 de diciembre, cuando el rechazo del proyecto de cuentas se sirvió encadenado con otro asunto que despierta gran sensibilidad de los arquitectos, es decir, el alquiler de parte de sus dos sedes, una en la Villa de Jovellanos y la otra en la ovetense calle del Marqués de Gaztañaga.

La posibilidad de dichos alquileres -"para bajar las cargas económicas sobre los colegiados", insistió ayer Toribio-, reavivó una vieja cuestión colegial, a saber, la de los tiempos de mayor rivalidad entre Oviedo y Gijón en los años setenta del pasado siglo, cuando el Colegio se escinde del de León y ha de registrar en sus estatutos una fórmula binitaria de existencia: "La Sede Colegial es doble y viene situada en Oviedo y Gijón simultáneamente, correspondiendo por tradición el ejercicio de la capitalidad a Gijón entre los meses de junio y septiembre, y a Oviedo el resto del año" (artículo 2.2).

"Se interpretó erróneamente que nuestra intención era cerrar la sede de Gijón, pero es que sencillamente no lo podemos hacer porque va contra los estatutos", subrayó ayer Alfonso Toribio al término de la asamblea. El decano renovado también conjeturó que el rechazo presupuestario después de aquel debate sobre las sedes responde a "un malestar de fondo en la profesión de arquitecto".

El CO AA cuenta con unos 900 colegiados, dato que contrasta con el nivel de asistencia de ayer, con 74 votantes para un trámite de gran importancia. "Pero no hay que asustarse, porque ya hemos visto asambleas de 30 personas", comentaron algunos arquitectos. Tras el resultado de ayer, la junta de gobierno ha de presentar "un nuevo presupuesto a la asamblea general en el plazo de cuarenta días naturales, quedando los presupuestos anteriores prorrogados", según imponen los estatutos.