El fuerte desarrollo industrial y la estructura policéntrica del territorio están facilitando el auge de un modelo de crecimiento urbano disperso en el área metropolitana del centro de la región muy similar al que es predominante en Estados Unidos (EE UU) y en diversos países iberoamericanos y asiáticos. Este fenómeno amenaza con generar graves problemas medioambientales, económicos y sociales, así como la generalización absoluta del vehículo particular en detrimento del transporte público, cuya potenciación es, precisamente, uno de los pilares en los que se basan las estrategias de ordenación del eje metropolitano que el Ejecutivo autonómico pretende impulsar a lo largo de esta legislatura. La falta de coordinación, cuando no la competencia directa entre los concejos que componen este espacio, favorece el proceso de diseminación.

Tomada como una única ciudad, aunque con tres grandes polos urbanos, el área central del Principado presenta ya el mayor índice de dispersión de todas las urbes y conurbaciones españolas de más de 170.000 habitantes. "Las áreas metropolitanas policéntricas, entre las cuales Asturias puede considerarse un paradigma, tienden especialmente a la dispersión", alerta el profesor Fernando Rubiera Morollón, director del Instituto de Análisis Económico Regional (Regiolab) de la Universidad de Oviedo, impulsor de un estudio que acaba de ver la luz en la prestigiosa publicación internacional "European Planning Studies" y que confirma el auge del modelo americano de crecimiento disperso en España. El centro de la región es "peligrosamente tendente" a este fenómeno porque, según explica Rubiera, "presenta un alto desarrollo industrial y una estructura policéntrica", los dos factores que más lo favorecen.

"Aunque Asturias y Galicia comparten problemas de diseminación, mientras en el Principado se tiende a la concentración en los núcleos de población rurales y a la diseminación en los urbanos, en Galicia sucede lo contrario", añade el director del Regiolab.

La dispersión urbana es común en EE UU, Iberoamérica y Asia, donde el crecimiento se basa en urbanizaciones residenciales alejadas del centro histórico de las ciudades. Sin embargo, en Europa era un fenómeno prácticamente desconocido hasta hace unas décadas. Los investigadores que han realizado el estudio sobre su creciente implantación en España han utilizado imágenes obtenidas por satélite para comprobar que aunque hay ciudades que siguen siendo muy compactas, otras alcanzan niveles de diseminación similares a los americanos. Las localidades de servicios tienden a ser más compactas que las industrializadas, del mismo modo que las que mantienen un centro dinámico tienen un crecimiento más regular. Los investigadores recomiendan a las Administraciones la implantación de más medidas de restricción del suelo para frenar el proceso de diseminación.