La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

APUNTES DE mecánica política

La insalvable distancia entre PP y PSOE

Socialistas y populares han emprendido este mandato un camino de enfrentamientos que hace imposibles los entendimientos que fructificaron en la pasada legislatura

Al tiempo que en el ámbito nacional surgen voces que defienden un entendimiento entre el PP y el PSOE para desbloquear la formación de gobierno, ambos partidos en Asturias están sujetos a inercias que aumentan más y más la distancia que les separa. Y mientras que el equipo de Pedro Sánchez explora alianzas con Podemos para formar gobierno compartido en la Moncloa, las relaciones de los socialistas asturianos con la formación morada son de clara hostilidad. El Universo observable obedece a las leyes físicas, las mismas en cualquier región del cosmos. En el universo político, en cambio, Asturias es un escenario en el que existen sus peculiares fuerzas de atracción y repulsión.

Las relaciones entre socialistas y populares están prácticamente rotas y apenas existen puentes entre ambos. Un acuerdo como el que se produjo la pasada legislatura y permitió al gobierno socialista de Javier Fernández aprobar el presupuesto del último año de mandato con el respaldo del PP sería hoy imposible. La presidenta de los populares, Mercedes Fernández, "ha puesto incluso como ejemplo interno a sus diputados más beligerantes", señalan fuentes parlamentarias socialistas. "El PSOE no es consciente de que sólo cuenta con 14 escaños y trata de hacer y deshacer como si tuviera mayoría", reprochan los populares.

Fue el astrónomo Edwin Hubble quien comprobó que las galaxias se alejan unas de otras, a más velocidad cuanto mayor es la distancia que las separa. Los científicos creen que ese distanciamiento se acelera, incluso, por el influjo de una fuerza aún desconocida: la de la "energía oscura". Socialistas y populares también han emprendido un camino de complicada marcha atrás, cada vez más distanciados. ¿Cómo sería posible en Asturias ese entendimiento que Rajoy ha llegado a ofrecer al PSOE si le permite gobernar? "Desde luego, tendría que ser algo que sucediese de arriba a abajo; se haría, pero no porque aquí exista esa disposición", reconocen en el PP.

La alianza de populares y socialistas en el pasado mandato suena ahora a imposible. Entonces lo fue en parte por una cierta "presión social" que consideraba insostenible un segundo año con cuentas prorrogadas. Las conversaciones se iniciaron porque había personas en el PP favorables y se desarrollaron rápidamente, en apenas un par de reuniones. Quizás entonces surgió cierta afinidad entre Mercedes Fernández y la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, que aún se mantiene.

Tras las elecciones autonómicas y municipales aquella cercanía acabó hecha añicos. Dos episodios fueron determinantes. Por un lado, en el mapa municipal existieron contactos entre populares y socialistas para evitar batallas abiertas por los sillones de la Alcaldía dando lugar a alianzas extrañas. Así, el PP se abstuvo permitiendo al PSOE gobernar en Aller y San Martín del Rey Aurelio. Esa fue una condición necesaria en el tablero para que los socialistas dejasen el camino despejado para que el popular Agustín Iglesias Caunedo continuase gobernando en Oviedo, una vez rota cualquier posibilidad de apoyo de Xixón Sí Puede al PSOE en Gijón. Pero pese a que el PP cumplió en su parte, la sorpresa se produjo cuando Somos aupó al socialista Wenceslao López a la Alcaldía ovetense. "Nadie lo esperaba, ¿cómo íbamos a pensar en algo así una vez rota la situación ya en Gijón?", reconocen fuentes socialistas. Aquella sorpresa dejó a Mercedes Fernández, presente en el salón de plenos ovetense, compuesta y sin sumar la capital asturiana a su mapa de gobiernos.

El otro escenario fue la Junta General. Mercedes Fernández se presentó como candidata a la presidencia con el apoyo de Foro e incluso planteó a su diputada Emma Ramos como presidenta del parlamento. Ante sí tenía el reto de lograr aproximar a la derecha dividida y tratar de forjar una alianza con el partido de Francisco Álvarez-Cascos, que se fraguó en la coalición electoral que concurrió a las pasadas elecciones generales. "Mercedes Fernández estaba muy enganchada a la posibilidad de ser presidenta", aseguran en el PSOE. Los socialistas aseveran que incluso buscó apoyos en Podemos, pese a las irreconciliables diferencias. "Incluso afirmó que había coincidencia programática con ellos", señalan los socialistas. Mercedes Fernández llegó a plantear a Ciudadanos que aceptaría una circunscripción única de cara a la reforma electoral, como desveló esta semana Nicanor García, portavoz de Ciudadanos.

A partir de entonces, la relación entre populares y socialistas ha ido de encontronazo en encontronazo, lo que ha ejercido de implacable energía oscura distanciándolos cada vez más igual que las galaxias en el Universo. Los socialistas tienen un aliado insuficiente en IU. Y mientras que el PSOE acusa al PP de obligarle a buscar sus apoyos a la izquierda al haber disputado Mercedes Fernández la presidencia, los populares afirman que los acuerdos PSOE-IU dejan de lado cualquier entendimiento. "Mercedes Fernández es rigurosa, inflexible en algunas cuestiones a ojos del PSOE", dicen los populares, que afean actitudes tanto a Javier Fernández como al portavoz socialista Fernando Lastra. En el PP hay cierta sensación de que los socialistas tratan de urdir su red en el parlamento para imponer sus intereses, contando con la "docilidad" de Ciudadanos.

En medio de esta situación, Podemos ejerce de amplificador. Los populares no tienen reparos en negociar con ellos. "No vemos por qué no va a ser posible tratar de acordar con Podemos cuestiones de funcionamiento de la cámara", aseguran los diputados populares. Lo que enfurece al PSOE es que en ocasiones lo consigan, y que Mercedes Fernández haga lo posible por lanzar a los podemitas contra las defensas socialistas. Por ejemplo, cuando se negociaban los presupuestos bien que la presidenta del PP les iba dejando caer a los de Emilio León que las enmiendas parciales no eran la mejor opción.

El inminente punto de no retorno puede producirse la próxima semana, cuando previsiblemente Podemos apoye que Foro se haga en la Mesa de la Junta (el órgano que rige el funcionamiento interno del parlamento asturiano) con el lugar que ocupaba Ciudadanos. Así, la posibilidad de alianzas de bloqueo a los intereses del PSOE es más que probable.

La situación sólo tiene visos de empeorar en un parlamento últimamente muy dado al espectáculo de la bronca. Eso sí, salvo que los dictados de Madrid, bien para acercar a PP y PSOE o para aproximar a los socialistas y Podemos, cambien las leyes en el peculiar universo político asturiano.

Compartir el artículo

stats