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Asturama

Cibea, el monte que más quema de Asturias

Los vecinos de la parroquia de Cangas del Narcea, que viven en la zona que más incendios ha sufrido en treinta años, piden actuaciones de prevención a la Administración

Uno de los montes de Cibera.

"Los montes están yermos, la Administración no deja cortar nada, ni limpiar, y el monte se está convirtiendo en un polvorín", denuncian los vecinos de una de las zonas más quemadas de Asturias, la parroquia de Cibea en Cangas del Narcea. Piden a la Administración regional que tome una determinación con los montes para evitar que sean pasto de las llamas incontroladas. Para ello proponen que se estudien sus peculiaridades de forma individual con el objetivo de poder obtener de ellos el máximo rendimiento.

El monte de Cibea cuenta con más de 900 hectáreas de carácter privado y proindiviso, de las que unas 360 son consideradas como aprovechables. En la actualidad, son 12 las ganaderías que disfrutan de un monte que hace una década daba de comer a una cabaña ganadera de 250 cabezas.

Durante años, esta parroquia fue víctima de las llamas. Desde 1984 se han cuantificado hasta nueve años de fuego, convirtiéndose así en una de las áreas del territorio asturiano que presentan uno de los valores más altos de reincidencia.

El año 2012 marcó un punto de inflexión en la relación de la parroquia de Cibea con el fuego y desde entonces no se han registrado más incendios. Se acotaron 63,68 hectáreas de monte durante dos años, lo que supuso que el ganado no pudiera salir a pastar a ese terreno y, en caso de que entrasen, el ganadero recibiría una multa sustancial. José Rodríguez, presidente de pastos de la Junta de Montes de Sorrodiles de Cibea, alegó el acotamiento y logró reducirlo a un año, pero se asombra al ver que "ahora mismo se están acotando pastos de cinco a diez años y eso es inviable para cualquier explotación, es un castigo injusto". Rodríguez admite que un buen número de veces se quemó con la intención de regenerar pasto "y la gente lo hace porque, en una palabra, los montes están yermos". En este sentido, Rodríguez acusa a la Administración de no invertir en actuaciones de limpieza, en cortafuegos y lamenta que prefieran "acabar gastando un montón de dinero en apagar incendios que causan daños".

El presidente de pastos de la Junta de Montes de Sorrodiles de Cibea cree que la Administración debe contar con los ganaderos y con todos los sectores que intervienen en el monte y "hacer piña para cuidar el terreno". Las quemas controladas para algunos montes son la única solución "por la pendiente y por la gran inversión que supondría contratar maquinaria, pero apenas se autorizan", lamenta Rodríguez. Por ello cree que si se deja avanzar la maleza "pronto no serán necesarios los acotamientos, el monte se está volviendo intransitable". Los vecinos aseguran que los animales salvajes se dejan ver cada vez más en las proximidades del pueblo y en los prados "porque el monte no produce".

Cibea tiene claro que se debe apostar por una nueva política de montes que invierta en desbroces y permita las quemas controladas. Recalcan que su terreno podría mantener hasta medio año las ganaderías de la zona, por eso confiesan ser los primeros interesados en que el monte esté cuidado y alejado de los incendios.

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