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Secades (psicólogo): "Se ve normal que los jóvenes se emborrachen y es lo contrario"

Los padres ven con peores ojos que sus hijos fumen tabaco a que beban alcohol cuando la sustancia más peligrosa es la segunda. Así lo asegura el profesor de Psicología Roberto Secades, que lidera el grupo de investigación sobre conductas aditivas de la Universidad de Oviedo. Secades advierte de que el consumo de copas no está mal visto en el seno de las familias. "Estamos asumiendo que es normal que los jóvenes se emborrachen cuando lo normal es justo lo contrario", explica. El profesor asegura que los grupos de mayor riesgo suelen combinar el alcohol con el cannabis. De hecho, el informe del Principado señala que el primer contacto con esta droga es a los 14 años. Esto se debe, dice Secades, "a su baja percepción de riesgo y fácil acceso".

Para acabar con los atracones de alcohol, Secades opina que hay dos vías de acción: las educativas o de prevención y las legislativas. Con respecto a esta última, el psicólogo de la Universidad de Oviedo echa en falta una normativa estatal que regule los botellones, pero sobre todo control. "No sólo sirve con la ley, tiene que haber un control. Tenemos el ejemplo de los radares en tráfico", matiza. Esto es precisamente lo que falta en Asturias, después de que el pasado año se elevase a 18 años la edad mínima para ingerir alcohol. Algunos bares siguen vendiendo cacharros a adolescentes o ellos comprando botellas en los supermercados. En este sentido, Secades ve preocupante no sólo el cambio en la forma de consumir sino en la función del alcohol: "No se trata de disfrutar, sino de acabar ebrio".

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