Últimamente no dejamos de leer en la prensa el serio problema del adelanto en la edad de comenzar el consumo de alcohol, que actualmente se sitúa en los 14 años para ambos sexos.

En LA NUEVA ESPAÑA del pasado 8 de febrero leo un artículo en el que el director general de Salud Pública habla sobre este problema. Opina que para combatirlo es importante la sensibilización de la sociedad, opinión que hacemos nuestra, y que "tendremos que estar atentos a cómo evolucionan estas cifras".

Efectivamente, es importante vigilar la evolución del problema, pero no creo que ello deba hacerse con los brazos cruzados. Para lograr la sensibilización de la sociedad, ya hemos dicho que nos parece importante, habrán de establecerse campañas en este sentido, pero las leyes no sólo nos permiten, nos obligan a ejercer medidas. Si la prohibición de consumir alcohol determina que no se puede hacer antes de los 18 años, ¿por qué se permite que se haga a los 14? ¿Por qué la ley antitabaquismo se lleva a rajatabla prohibiendo fumar en lugares públicos y de ocio, con magníficos resultados por cierto, y no se procede de igual forma con la ley contra el alcoholismo? ¿Por qué a los automovilistas se les controla haciéndoles soplar y no se hace lo mismo con los adolescentes en los botellones y a la salida de las salas en las que se sabe positivamente que se incumple esta ley, responsabilizando a los padres o tutores?

Repito que controlar la evolución del problema está muy bien, pero no basta ni sirve de nada si entre tanto no se toman medidas en serio, entre las que incluyo la erradicación de los botellones.