Asturias tiene una huerta "mini". Los cultivos sólo representan el 2,37% (25.173 hectáreas) de la extensión geográfica regional, según indica la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos, que ayer presentó el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente con datos de 2015. El informe revela que el Principado se sitúa a la cola de España en aprovechamiento agrícola, pero en la élite del matorral: 106.792 hectáreas. Esto quiere decir que la región tiene 81.619 hectáreas más de maleza, de pasto para las llamas, que de productos de la tierra.

Con respecto a los cultivos, sólo Cantabria tiene una huerta más pequeña que Asturias: 7.873 hectáreas. El resto de comunidades tienen patatas, tomates y lechugas para aburrir. Sobre todo, Castilla La Mancha, que es la comunidad que lidera el ranking nacional de hortalizas. En el ecuador de esta lista se sitúan regiones con una superficie territorial similar a Asturias e incluso inferior, lo que demuestra que no es que las comunidades más pequeñas tengan los cultivos más diminutos. Por ejemplo, Murcia suma 477.571 hectáreas de tierra trabajada por los agricultores (42,21% de su extensión), Navarra, 238.862 hectáreas (31,65%) y La Rioja, 158.676 hectáreas (31,45%). En su conjunto, el Ministerio de Agricultura explica en el estudio que la huerta española presenta "una marcada estabilidad". No obstante, aprecia un incremento de los cultivos leñosos y una disminución de los herbáceos. A nivel nacional, los productos estrella son el trigo, la cebada, el girasol, el melón, la cebolla, el espárrago y la almendra.

En Asturias, en cambio, el cultivo rey es el maíz forrajero, que ocupa 8.182 hectáreas. También destacan los manzanos (4.175 hectáreas), las fabas (466 hectáreas) y las patatas (160 hectáreas). Del estudio se desprende que casi la totalidad de las hortalizas que consumen los asturianos son importadas. Este tipo de cultivo sólo representa 170 hectáreas y algunos productos típicos en las cestas de la compra, como el repollo, la espinaca, el maíz, la coliflor, el ajo, la cebolla o los guisantes, son insignificantes.

En cuanto a los frutales, los cítricos no ocupan ni siquiera una hectárea en la región, mientras que los no cítricos cogen peso, con 4.448 hectáreas, gracias al manzano. Le siguen el nogal, el cerezo y el kiwi. Este último fruto, con 41 hectáreas, está en auge en las vegas asturianas. Al contrario del castaño, que cada vez se valora menos su producto y se desperdicia por las carreteras regionales. Ya sólo quedan dos hectáreas pobladas por este tipo de árbol.