El Gobierno del Principado ha iniciado los trámites para incluir en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias más de 2.000 bienes de 48 municipios, que habían quedado desprotegidos. La disposición que amparaba estos inmuebles, catalogados desde 1990, caducó el pasado 1 enero, tras una vigencia de 15 años. Con esa norma, los edificios estaban protegidos de forma provisional -no tenía rango oficial- mientras se elaboraba el informe para incorporarlos en el catálogo patrimonial de la región. La consejería de Educación y Cultura abre ahora un plazo de alegaciones de 16 meses para que ayuntamientos y particulares puedan presentar información sobre el estado actual de los bienes. Finalizado este período, Patrimonio actualizará el inventario y decidirá si eliminar o no algunas de las construcciones en ruina.

Los tesoros arquitectónicos de Asturias se protegen mediante tres categorías: Bienes de lnterés Cultural, Inventario del Patrimonio Cultural y Catálogos urbanísticos. La segunda de estas figuras se trata del segundo nivel de protección que concede el Principado. Esto significa que sólo se autorizarán intervenciones en elementos inventariados que respeten sus valores históricos y culturales y que no pongan en riesgo su conservación. Los más de 2.000 incluidos ahora ya estaban blindados por la Administración pero de forma transitoria. "La ley que los amparaba caducó y lo que hizo el Gobierno fue darles una protección oficial para evitar vacíos legales", explican fuentes de la consejería de Cultura. Sin embargo, la nueva catalogación se hace sin atender al estado actual de las edificaciones, de ahí que abran un período de alegaciones para actualizar sus fichas.

La última avalancha de incorporaciones al Inventario de Patrimonio se publicó el lunes en el Boletín Oficial del Principado de Asturias. En concreto se anunció la inclusión de 73 bienes de Coaña, 105 de Cudillero, 64 de Ibias, 8 de Illas, 127 de Navia, 206 de Oviedo, 30 de Pesoz, 33 de Peñamellera Baja, 31 de Ponga, 105 de Piloña, 95 de Ribadesella, 34 de San Martín de Oscos, 40 de Santa Eulalia de Oscos, 12 de Santo Adriano, 6 de Sobrescobio, 40 de Somiedo, 73 de Soto del Barco, 65 de Tapia de Casariego y 20 de Taramundi. Todos ellos formaban parte antes del Inventario Arquitectónico y su estado ha cambiado con el paso de los años. Así pasa en Soto del Barco e Illas, como denunciaron el lunes sus alcaldes. La mayoría de los bienes catalogados tienen que ver con el ámbito religioso; son iglesias, capillas y cementerios. También son frecuentes escuelas, casas consistoriales y lavaderos.