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Mercedes Fernández abre la caja de Pandora del PP asturiano

La declaración judicial de la presidenta popular sobre el desastre financiero que halló al llegar al partido desata las elucubraciones sobre los motivos de su proceder por el posible daño a las siglas

Mercedes Fernández ha abierto la caja de Pandora en el PP. Su declaración ante la juez del caso Pokémon sobre el caos financiero que supuestamente se encontró a su llegada al partido ha desatado todo tipo de elucubraciones sobre las razones por las que la dirigente popular lanza un mensaje a priori tan dañino para sus siglas. ¿Quiere desviar la atención de la contratación de su hermano en la empresa Aquagest, motivo por el que fue interrogada? ¿Pretende lanzar un aviso a su sector crítico, afín a la antigua dirección del PP? ¿Es parte de una estrategia para dar la puntilla a algún adversarios o una reacción tras el mal trago que le supuso verse ante la juez por cuestiones heredadas?

El sindicato Manos Limpias ha requerido la comparecencia judicial del anterior presidente popular, Ovidio Sánchez. Y el senador Fernando Goñi ya ha hecho público su malestar ante la ejecutiva regional en la que Mercedes Fernández explicó que su objetivo con la declaración a la juez no había sido otro que representar al PP "con solvencia, transparencia y normalidad".

Si la mitología griega atribuía a Pandora la responsabilidad de haber abierto la caja de los males de la humanidad, anteriores dirigentes del PP no entienden ni comparten el paso que ha dado Mercedes Fernández, que puertas adentro llevaba meses criticando la gestión anterior.

Goñi, secretario general en el último mandato de Ovidio Sánchez y en los tres primeros años de Mercedes Fernández, hizo un alegato crítico y vino a decir que "caos, ni antes ni ahora", aunque sí las dificultades propias de una nueva escisión. En una intervención que duró unos diez minutos, aclaró a sus compañeros de partido que no había dado luz verde a una de las facturas objeto de polémica, los 29.000 euros de ASAC por la página web de Isabel Pérez-Espinosa para la campaña autonómica de 2011, porque ni él ni el presidente regional tenían firma para unas cuestiones que dependían de la gerencia. Goñi también ofreció explicaciones sobre unas facturas para la contratación de autobuses que la presidenta regional mencionó a la juez Pilar de Lara, sin que ésta mostrarse mayor interés. Reveló, igualmente, que había un enviado un mensaje de apoyo a su presidenta tras saber de su citación judicial.

Otro de los pagos pendientes citados por Fernández era por una renovación de mobiliario, a Igrafo, que venía de años atrás, y que se abonaba en pequeñas cantidades mensuales. La liquidación de Igrafo por su implicación en la "operación Marea" propició que uno de sus acreedores interesase el pago de más 80.000 euros, una cuantía que a la actual dirección le pareció excesiva a la vista de la dotación de las oficinas de la sede regional del partido. Y todavía hubo más facturas en los cajones como la de una emisora de radio que tardó meses en cobrar las cuñas de una campaña electoral, en un partido que tenía en sus cuentas más de 800.000 euros. Con todo, Mercedes Fernández se mostró espantada cuando la juez Pilar de Lara le planteó, a modo de suposición, que en el PP asturiano hubiera transacciones ilegales y pagos en "dinero negro", algo que la dirigente popular negó tajantemente.

Volviendo a la intervención de Goñi, que apeló a la unidad de la organización en estos momentos tan trascendentales, el ahora senador deslizó un cierto reproche de que no se hubiera sacado partido a decisiones que han sido favorables al PP en los Juzgados en las últimas semanas como, por ejemplo, las desimputaciones del diputado por el Occidente, Matías Rodríguez Feito, y del alcalde de Coaña. Incluso llegó a valorar muy positivamente, para la suerte que pueda correr la imputación del exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, la declaración del Interventor del ayuntamiento Oviedo, en la que asumía la responsabilidad de la devolución de los avales a Aquagest.

El ruego-pregunta del que fuera secretario general no recibió respuesta. La presidenta levantó, sin que mediaran nuevas explicaciones, un comité ejecutivo que había abierto con el agradecimiento a los compañeros que habían apoyado, incluso con documentación, su comparecencia. A pocos escapa que Mercedes Fernández suele dar importancia a las interpretataciones que se puedan hacer y sacar de los silencios, también de los suyos.

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