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"Desde que recibí la deuda lo he pasado mal y sufro ansiedad"

Esperanza Gutiérrez tuvo que abonar 22.000 euros, que espera recuperar

"Desde que recibí la deuda lo he pasado muy mal y sufro problemas de ansiedad". A Esperanza Gutiérrez, una de las muchas afectadas por las facturas de los Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), nunca se le olvidará el 28 de mayo de 2014, el día en que recibió una carta en la que le pedían que abonase 22.000 euros por haber tenido a su madre en centro residencial para ancianos desde 2008 hasta su muerte, en 2010.

"En 2008 la residencia pidió por su propia cuenta la ley de dependencia para mi madre, pero ella no la quiso firmar. Entonces me llamaron a mí, y bajo el asesoramiento de la trabajadora social, que nos dijo que iba a pagar menos dinero y que todo iban a ser ventajas, decidimos que la solicitase", relató Gutiérrez.

Tras el fallecimiento de su madre, Gutiérrez sostiene que acudió "en varias ocasiones" a la residencia Santa Teresa -donde su progenitora pasó sus últimos meses- y a las oficinas de la ERA para saber si había alguna deuda pendiente. "Siempre me dijeron que no se debía nada, pero nunca se me ocurrió pedir esta información por escrito para tener constancia de ello. De haberlo hecho seguro que el desenlace hubiera sido otro. Pasados varios meses de la defunción de su madre, Gutiérrez y sus hermanos retiraron los fondos de la cuenta corriente que les había dejado en herencia y que tenía "en torno a 7.000 euros". "Tener un dinero congelado en el banco carece de sentido, por lo que nos pareció lógico y normal que cada uno pudiese disfrutar el legado que nos dejó nuestra madre", recordó.

Cuando en 2014 recibió la notificación de que tenían que hacer frente al pago de 22.000 euros, Gutiérrez y sus hermanos decidieron pedir asesoramiento a un profesional. "Nos recomendaron abonar la deuda, ya que si demorábamos el reembolso nos iban a aplicar unos intereses del 30 por ciento. Y así lo hicimos", afirmó.

Pese a todo, los últimos días han abierto un rayo de esperanza para Gutiérrez, que se plantea poner su caso en manos de un abogado para reclamar ese dinero. "Hace unos días me llamó otro afectado que pertenece a la plataforma para afectados del ERA y me invitó a poner mi caso en manos de sus abogados con la esperanza de que nos devuelvan lo que es nuestro", aseguró ilusionada.

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