El procedimiento para proveer a la diócesis de Oviedo de un nuevo obispo auxiliar se inició hace unas semanas con la elaboración de una terna de candidatos que llegará al Vaticano una vez que la Nunciatura de la Santa Sede en Madrid recabe los informes sobre los sacerdotes propuestos. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA algún sacerdote ya ha enviado sus informes, con lo que la fase madrileña del proceso podría estar bastante avanzada. No obstante, esto no significa que la fase vaticana del procedimiento vaya a ser rápida y la designación se produzca en fechas inminentes, principalmente porque en este momento se da un cierto atasco de nombramientos, con nueve diócesis en ciernes de recibir nuevo mitrado u obispos auxiliares.

El nombramiento de un obispo auxiliar arranca cuando el titular de la diócesis expresa ese deseo ante el Papa. A continuación, propone la terna de candidatos, que será sometida a escrutinio y que según diversos indicios en el caso presente podría estar formada por Jorge Fernández Sangrador, vicario general de la diócesis; Agustín González Morera, párroco de Salinas y ex secretario canciller del arzobispado; y Manuel Alonso Martín, secretario del arzobispo y sacerdote procedente de la diócesis de Huesca, anterior sede del arzobispo Jesús Sanz Montes.

Oviedo quedó sin obispo auxiliar el pasado 19 de diciembre, cuando Juan Antonio Menéndez se incorporó como titular de la diócesis de Astorga. Era el auxiliar de Asturias desde junio de 2013, y su traslado a sede astorgana resultó ser mucho más rápida de lo habitual.

Así, la diócesis de Oviedo podría colarse en la larga hilera de nombramientos españoles pendientes o esperar al final de la cola. En este momento están vacantes las diócesis de Mondoñedo, Palencia, Logroño y Menorca. Además, Jaén y Ciudad Real tienen a sus respectivos obispos con los 75 años cumplidos, es decir, con la edad de jubilación superada y con su renuncia canónica presentada al Papa. Por último, los arzobispos/cardenales de Valladolid (Blázquez) y Valencia (Cañizares) hicieron pública su solicitud de sendos obispos auxiliares. La designación de los nuevos mitrados por parte de Roma suele administrarse con una cadencia de meses y nunca en pelotón.