El Principado tarda en acotar al pastoreo los montes quemados entre seis meses y un año después del inicio de las llamas. Así lo denunció ayer la Unión de Campesinos de Asturias durante la presentación de un informe técnico que recoge su postura sobre la gestión de la superficie incendiada. El sindicato agrario acusa a la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales de "criminalizar" a los ganaderos por vetar al menos un año la entrada de reses a las superficies afectadas por el fuego. "Nos castigan restringiendo el acceso de animales y a mayores, imponiendo un sistema de sanciones desproporcionado por invasión accidentales de las zonas acotadas", manifiestan.

Para el secretario general del colectivo, José Ramón García, "no tiene sentido que en los momentos inmediatos al incendio no se prohiba el uso ganadero y sí después cuando ya no hay riesgos de degeneración". El Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) publicó ayer resoluciones de acotamientos correspondientes a los fuegos del 2 de octubre de 2015. Esto quiere decir que las prohibiciones para las áreas arrasadas en diciembre no llegarán hasta junio. "El ganado ahora mismo puede estar en estas zonas y resulta que después no. ¿Qué quieren volver a la situación inicial? ¿Que Asturias sea un matorral y un foco de incendios?", protesta García.

Según el informe técnico, el 88% de la superficie quemada en la región desde 1990 es matorral, el 8% arbolado y el 4% herbáceos. La Unión de Campesinos exige al Gobierno regional que elimine el acotamiento al pastoreo para poner solución a la "selva" en la que se ha convertido la Asturias verde. El representante del sindicato recuerda que la normativa nacional, modificada en julio del pasado año, ya no limita la ganadería en las zonas incendiadas, como sí lo hace la regional. En concreto, la ley autonómica dice que la Consejería "acotará al pastoreo los montes incendiados por un plazo mínimo de un año y un máximo igual al necesario para la recuperación de las especies afectadas o para su restitución a la situación anterior al inicio".

En opinión de los ganaderos, si se elimina la actividad agraria "el monte es ocupado por el matorral y vuelve a ser polvorín en manos de algún desaprensivo". UCA defiende que "el pastoreo bien organizado ayuda a conservar los suelos al producir tapices herbáceos capaces de retener los procesos erosivos, ya que mejora su estructura con aportes de materia orgánica". En este sentido, José Ramón García critica que durante las quemas controladas, la Administración regional "dice que hay que meter carga ganadera. ¿En qué quedamos entonces?". La organización también pide al Principado que "rectifique" y permita declarar las superficies quemadas dentro de la Política Agraria Común para optar a las ayudas.