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Científicos asturianos desarrollan un alimento que retrasa la vejez del cerebro

Los mayores con deficiencias nutricionales tienen más riesgo de sufrir enfermedades neurológicas, confirma el investigador Leocadio Alonso

Científicos asturianos desarrollan un alimento que retrasa la vejez del cerebro

Asturias busca un alimento que rejuvenezca la mente. El Instituto de Productos Lácteos, con sede en Villaviciosa y dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), trabaja con otras organizaciones del país en el desarrollo de un suplemento nutricional que retrase el deterioro cognitivo asociado a la vejez. El coordinador de la investigación en el Principado, Leocadio Alonso, confirma que los mayores con deficiencias en la dieta -entendiendo por ello una baja ingesta de ácidos grados omega 3 y fosfolípidos- tienen mayor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como son el Alzheimer y el Párkinson. Esto se explica por la relación de las biomoléculas con la actividad y el funcionamiento del sistema nervioso. "Durante décadas, la pérdida de capacidad cognitiva relacionada con el envejecimiento se ha considerado inevitable y descrita como normal. Pero eso puede cambiar a partir de ahora. Según la Organización Mundial de la Salud, el número de habitantes mayores de 60 años se duplicará en el mundo antes de 2050. Encontrar una solución a este problema es clave para los sistemas nacionales de salud", asegura Alonso.

Ante la falta de tratamientos farmacológicos eficaces, los científicos asturianos elaborarán un complemento nutricional enriquecido con fosfolípidos bioactivos, que son los principales constituyentes lipídicos del sistema nervioso. Este tipo de biomoléculas se extraen de las membranas del glóbulo graso lácteo de la mazada, o lo que es lo mismo, el suero de la mantequilla. En el proceso juega un papel importante, según detalla Leocadio Alonso, el aceite de krill, que se utiliza para mejorar la memoria y la concentración. La grasa se obtiene de un crustáceo (krill) similar a la gamba, aunque de menor tamaño.

"Utilizamos este tipo de aceite al tener un elevado contenido de ácidos grasos poliinsaturados de omega 3, esterificados -proceso mediante el cual se sintetiza un éster (compuesto orgánico)- tanto en el fosfolípido como en los triglicéridos. Esta distribución es de una gran relevancia, ya que se ha comprobado que son mejor absorbidos los ácidos cuando están esterificados al fosfolípido en vez de a los triglicéridos, como ocurre en el aceite de pescado", precisa Alonso.

Para llegar al suplemento, los científicos realizarán previamente un estudio preclínico en ratas viejas y un estudio clínico en personas mayores sanas y con déficit cognitivo leve. Finalmente, el departamento de nutrición clínica del Hospital La Paz de Madrid será el que produzca el complemento nutricional para aplicarlo a sus pacientes. En el estudio también participa la empresa asturiana Reny Picot, así como otras instituciones del país: el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, el Instituto madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Sin olvidar la colaboración de una empresa noruega (AknerBio Marine Antartic As) para la utilización del aceite de krill.

Leocadio Alonso destaca que este suplemento es eficaz siempre y cuando los ancianos lleven una dieta equilibrada. "Mantener una adecuada alimentación en edades avanzadas es de suma importancia para prevenir la aparición temprana de enfermedades cognitivas", insiste. Así que los mayores ya pueden dejar de decir eso de: "Yo como cualquier cosa" o "no tengo hambre".

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