La comunidad de cristianos de base de Asturias, que celebraron los días 5, 6 y 7 de este mes sus jornadas anuales, exigieron en un comunicado público que los voluntarios de la pastoral penitenciaria vuelvan a realizar su trabajo en el centro penitenciario de Asturias.

El colectivo lamenta que después de cuatro meses esperando las explicaciones del Delegado de la pastoral penitenciaria, José Antonio García Quintana, todavía no haya dado razón alguna para suspender la labor de 35 personas en la cárcel asturiana. "Repudiamos esa forma autoritaria y dictatorial de trata a un colectivo que estaba especialmente dedicado al sector más necesitado de la sociedad asturiana en coherencia con las palabras de Jesús", afirma en su escrito.

La pastoral penitenciaria de prisión asturiana llevaba más de 15 años realizando su labor en el centro penitenciario hasta que de forma repentina y sin explicaciones se les prohibió la entrada y continuar realizando sus tareas.