El Gobierno regional dio ayer luz verde definitiva a la declaración como bien de interés cultural (BIC) de la Universidad Laboral y el Museo Evaristo Valle, en Gijón, de los restos del acueducto ovetense de los Pilares, de la torre de Noriega (Ribadedeva) y del sierense palacio de Aramil. Además, el Ejecutivo también aprobó la delimitación del entorno de protección de la iglesia y casa rectoral de Soto de Luiña, del monasterio de Cornellana y de la iglesia de San Salvador de Priesca (Villaviciosa). Se trata de tres monumentos artísticos que forman parte desde el pasado año de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco por su relación con el Camino de Santiago.

La Universidad Laboral, reconvertida hoy en Laboral Ciudad de la Cultura, es una de las construcciones asturianas más significativas del siglo XX. Obra de Luis Moya, fue concebida como una ciudadela aislada del exterior, con un gran patio central del que surgen la iglesia, el teatro y el resto de edificios. El conjunto está coronado por una torre de casi 130 metros de altura.

Según indicó ayer Guillermo Martínez al dar cuenta de estas declaraciones como BIC, la protección del Museo Evaristo Valle afecta tanto a los edificios como a los jardines exteriores y a la valiosa colección de obras de arte que atesora.

La ampliación del reconocimiento de los restos del acueducto de los Pilares como BIC, ya protegidos con esta figura en 1950, se impulsó el pasado año, coincidiendo con el centenario de su demolición.

La torre de Noriega, en el concejo de Ribadedeva, está considerada una de las construcciones de arquitectura medieval más relevantes de Asturias. Fue levantada entre finales del siglo XIV y comienzos del XV.

En San Esteban de Aramil (Siero), el palacio de los Vigil de Quiñones es una de las grandes "joyas" de la arquitectura barroca asturiana. Levantada en los últimos años del siglo XVI, el mayor interés de esta construcción reside en su torre y en determinadas partes de la fachada.