Las camareras de piso de los hoteles están en pie de guerra contra la precariedad. El colectivo, integrado casi exclusivamente por mujeres, recabaron ayer el apoyo de Izquierda Unida de Asturias, que se comprometió a llevar al Parlamento regional sus reivindicaciones y visualizar el deterioro de sus condiciones laborales en una plantilla que trabaja en el sector que teóricamente antes ha salido de la crisis.

"Basta ya de explotación. Una camarera de piso hacía antes, en 8 horas, 15 habitaciones con la ayuda de un mozo (valet) que recogía y llevaba la ropa sucia y la basura. Ahora, sin mozo, hacen de 20 a 26 y en algunos hoteles hasta 32 habitaciones. Es increíble sacar ese trabajo en 8 horas, tienen que hacer horas extras que ni cobran. Si se niegan, al día siguiente no las llaman y no cobran. Y les pagan de 1,50 a 2 euros por habitación". Ana María Núñez explicó con esas palabras la rutina de las "kellys", nombre que se han dado las camareras de piso en hoteles, un colectivo que aglutina en España a 100.000 mujeres pero del que en Asturias no hay cifras. Núñez avanzó que las camareras de hotel sopesan dar un paso más en sus reivindicaciones, que consistiría en explicar a los clientes de los hoteles "la explotación que sufren".