No se le puede negar al diputado y pediatra Andrés Fernández Vilanova, "Ron", su capacidad para llamar la atención en los plenos de la Junta General. Ayer se ayudó de dos perros de peluche, ataviados con los colores del PSOE y del PP, en su discurso sobre las listas de espera en la sanidad pública, que tan bien debe conocer. No en vano ha hecho el MIR en el HUCA hasta su elección como diputado de Podemos en las autonómicas de 2015. "Aquí tenemos a Corto y Circuito", dijo mientras mostraba en sus manos los canes de peluche para sonrisa de algunos compañeros de hemiciclo, con los que quería visualizar la distancia que le separa tanto de la propuesta de ley del PP como del decreto del Gobierno socialista para poner plazos a las listas de espera de la sanidad pública asturiana, porque ambos, dijo, "están allanando el terreno a las privatizaciones".
Por un momento, la exhibición y el bautizo de los perritos por parte del parlamentario podemista recordaron otra escena, también de otra campaña electoral, cuando Gabino de Lorenzo Ferrera, todavía en su etapa en la Alcaldía de Oviedo, ridiculizó uno de los proyectos de sus rivales del PSOE, el monorraíl al Naranco, con un mono de peluche que llevaba colgado un cartel con la palabra raíl. Licencias de la política, de las que suelen prodigarse cuando se acercan las elecciones.
