Levantarse cada mañana con una sonrisa y ser un personaje diferente, soñar, reír, improvisar... vivir una aventura rodeado de animales y naturaleza, hacer amigos, montar a caballo, nadar, trepar por los árboles, montar en canoa, participar en debates y juegos teatrales... contar historias alrededor del fuego, ser un personaje diferente sólo con cambiar de sombrero, hacer deporte en plena naturaleza... el sueño de cualquier niño hecho realidad.

Todo esto, y mucho más, puede encontrarse en el campus de teatro que tiene organizado para el mes de agosto el Palacio de la Bouza, situado en la localidad sotobarquense de Riberas de Pravia. Un enclave idílico en el que los niños de 6 a 16 años podrán dar rienda suelta a su imaginación y disfrutar con otros pequeños llegados no sólo desde todos los puntos de la región, sino también de diversas comunidades españolas y ciudades extranjeras.

El plan no puede ser más apetecible. En períodos de diez días o de quince, los participantes del campus veraniego disfrutarán de variadas actividades que incluyen, por las mañanas, juegos teatrales, clases de maquillaje y de elaboración de vestuario o ensayos de una obra teatral que representarán al finalizar el campamento. No sólo esto, ya que recibirán clases de oratoria en público. Por las tardes llegará el momento de la piscina, las rutas a caballo, los entrenamientos de tiro con arco y el cuidado e interacción con los animales de la granja con la que cuenta el recinto. Cerdos vietnamitas como “Óscar”, “Tom” y “Telva”; gatos como “Cascabel” e “Isidoro”; los perros guardianes “Niebla” y “Xana”; la cerda asturcelta “Linda”, de más de 200 kilos, o las burritas “Polilla”, “Mónica”, “Leo”, “Mariola” y “Mariquita”. También hay dos tortugas de tierra y un jabalí, así como ovejas, cabras, emúes, gallinas, conejos y patos.

Para facilitar la asistencia de todos los niños, los organizadores ofertan dos modalidades de campus: el de jornada completa, que incluye alojamiento, o el diurno, de 9 a 20 horas, aunque puede adaptarse a las necesidades de los familiares, quienes se encargan de llevar y recoger a los pequeños cada jornada. Ambas opciones incluyen comida, una comida de calidad elaborada por el servicio de restauración del Palacio de La Bouza y supervisada por un nutricionista. Aquellos que sufran de algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria no tendrán problema, ya que se les adaptarán los menús.

Los interesados en apuntar a sus hijos no deben tardar mucho en hacerlo, ya que las plazas de julio están cubiertas y sólo quedan algunas en agosto. No se arrepentirán. Cuenta con un plan de actividades ideado para lograr una estrecha relación entre aprendizaje y diversión, que se amolda a todas las necesidades y que aporta beneficios a niños y a mayores, que pueden estar seguros de que sus hijos están en buenas manos. Además, las instalaciones no pueden ser más idóneas: una finca amurallada de más de 30.000 metros cuadrados, enclavada entre el mar y la montaña.

Los mejores chefs del futuro se forman en La Bouza

Las opciones de ocio que se le presentan a los niños cada verano son múltiples y variadas, aunque quizás una de las más originales sea la de disfrutar de un campamento en el que la gastronomía ocupará gran parte de su tiempo. A todos les encanta. Un año más, el Palacio de la Bouza organiza su campus estival de cocina, actividad destinada a pequeños de 9 a 16 años que se complementa con dos horas diarias de idiomas, a elegir entre inglés, alemán o francés, además impartidas por profesores nativos y adaptadas a los diferentes niveles de los participantes. Durante los meses de julio y agosto, todos aquellos que quieran aprender a cocinar, hacer amigos y disfrutar del campo tienen la posibilidad de pasar diez días o dos semanas en un campamento hecho a su medida.

Guiados por grandes figuras asturianas de los fogones, estos chefs de verano explorarán la cocina tradicional, la cocina creativa y la repostería, aprendiendo a elaborar algunos de los postres más deseados por pequeños, jóvenes y mayores como cookies de chocolate o con frutos secos, y cupcakes rellenos, con fondant o decorados con frosting o Nutella. Durante tres horas al día se adentrarán en la elaboración de las recetas de siempre y conocerán los secretos de la nueva cocina gracias a “masterclass” de grandes expertos, como Koldo Miranda. También tendrán actividades de ocio y tiempo libre, así como salidas a diversos lugares de los alrededores, como mercados de abastos, queserías, huertos ecológicos, granjas y campos de cultivo, lo que les permitirá conocer los alimentos desde que se plantan hasta que llegan a las manos de los consumidores. Asimismo, como buen campus de cocina, cuidará al máximo la alimentación de los pequeños, que recibirán cinco comidas al día y menús adaptados en el caso de sufrir algún tipo de alergia o intolerancia. Este programa estival se completa con otras actividades lúdicas como rutas a caballo, senderismo, gymkhanas, talleres artesanales, discoteca, juegos nocturnos y acampadas al aire libre, entre otras.

Más información: http://www.palaciodelabouza.es/