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Arte grabado a fuego en La Caridad

El escultor Herminio quiere transformar un contenedor quemado que halló tras el gran incendio en El Franco en el monumento que recuerde la catástrofe

El contenedor tal cual quedó tras el incendio.

A la mañana siguiente del desolador incendio que el pasado 20 de diciembre arrasó 2.500 hectáreas del concejo de El Franco, el escultor Herminio, aún conmocionado por el dantesco espectáculo del fuego, se topó a las afueras de La Caridad con un contenedor quemado convertido por azar, en su opinión, en una obra de arte. Lo rescató junto a unos vecinos y ahora tiene listo un proyecto para convertirlo en monumento en memoria de la mayor catástrofe natural de la historia de El Franco.

"El contenedor de la memoria" es el nombre elegido para esta pieza que asombra a todos los que la descubren en una esquina del estudio que el escultor tiene en La Caridad. "No conozco a nadie que pasara por aquí y no quedara alucinado. Si alguien intentara hacer una obra en recuerdo de esta historia no sería capaz de hacer algo tan real y auténtico", añade el franquino, que quiere convertir el contenedor en símbolo de este episodio que los franquinos tardarán mucho en olvidar. "Lo bueno hay que recordarlo, pero también lo malo, y esto debe de ser un recuerdo. Estoy convencido de que va a ser visitado por mucha gente", añade.

En el catálogo de la última exposición del franquino, el crítico de arte de LA NUEVA ESPAÑA Rubén Suárez dedica unas palabras a esta pieza, que, según su criterio, podrían firmar artistas de la talla de Kienholz, Arman o Dubuffet, "pero es obra de la naturaleza, representación iconizada y cargada de simbolismo del incendio". Suárez añade que "resulta impactante y de sobrecogedor atractivo estético".

Precisamente el crítico da una descripción muy certera de lo que el ojo aprecia al acercarse a esta insólita pieza que antes del fuego no era más que un contenedor lleno de residuos: "Un cuerpo extraño, de forma cuadrada, notable tamaño y verde oscuro y negro como colores predominantes, compuesto por un apretado amasijo de diversas materias y objetos, ramas y hierbas, plásticos, envases o metales que fueron objetos, aún reconocibles".

Cuenta Herminio que su única labor fue recatarlo y, si acaso, acabar con los mosquitos que durante los primeros días visitaban los restos orgánicos. Sin embargo su misión va más allá, ya que tiene listo el proyecto para convertirlo en monumento. Su idea es introducirlo en una vitrina y asentarlo en una peana, lo que daría como resultado una estructura de alrededor de tres metros de alto. Su propuesta, que ya cuenta con el compromiso altruista de diferentes personas para que no suponga coste para las arcas públicas, pasa por ubicarlo en el espacio cultural de As Quintas.

El Ayuntamiento de El Franco apoya su propuesta y sólo falta que el escultor y el gobierno franquino se pongan de acuerdo en la fecha apropiada para llevarlo a la práctica. Herminio sugiere el verano por ser una fecha en la que la capital franquina se llena de gente, mientras que la concejala de Cultura, Victoria Zarcero, lo ve más conveniente de cara al primer aniversario, la próxima Navidad. "Nos gusta mucho la idea y se va a hacer. Es la prueba y el documento de lo que sucedió ese día y es importante recordarlo", añade Zarcero.

El incendio dejó huella en los vecinos y también provocó una ola de generosidad sin precedentes. Esta semana se cerrarán las cuentas que recogen las aportaciones para ayudar a los damnificados y la cuantía ya supera los 24.000 euros. "Desde el minuto uno la gente se movilizó para ayudar a los demás y eso es muy bonito", añade la edil.

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