El presidente de Renfe vendrá mañana a Oviedo para abordar la crisis de la antigua Feve, que ha registrado más de un centenar de cancelaciones en la última semana. En la jornada de ayer no hubo que suspender ningún servicio en la red de cercanías de vía estrecha, según fuentes ferroviarias.

El responsable de la compañía estatal, Pablo Vázquez, mantuvo ayer una conversación telefónica con la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, que reclamó días atrás a Fomento, en una carta remitida a la ministra en funciones, la misma contundencia que Ana Pastor tiene con las cancelaciones de la compañía área Vueling. El presidente de Renfe mostró su disposición a reunirse en Oviedo con la consejera para abordar la situación y buscar salidas.

Belén Fernández manifestó en la misiva a la ministra su inquietud por la "creciente pérdida de calidad del servicio", que vinculó a la caída en el número de viajeros en los últimos años. Un hilo argumental al que también recurrió ayer tras la reunión del Consejo de Gobierno. La titular de Infraestructuras destacó que mientras el número de transbordos entre las diferentes modalidades de transporte ha crecido un 41 por ciento en Asturias desde el año 2009, el trasvase entre el autobús y el ferrocarril menguó en once puntos, "un dato que demuestra el poco atractivo del tren" y señaló que la situación "es insostenible". Fernández anunció una ronda de contactos con agentes políticos e institucionales para promover "una defensa férrea del ferrocarril" en la región.

El portavoz de IU en la Junta General, Gaspar Llamazares, había reclamado en la víspera "presión del Principado y de la sociedad civil" para salvar las cercanías de la vía estrecha al tiempo que expresaba sus dudas sobre las promesas de Fomento para corregir la situación en un mes. La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, también exigió desde las primera cancelaciones explicaciones y medidas al ADIF sobre las cercanías de Feve "para ser capaces de gestionar de una manera más razonable y eficaz",