Al año del acuerdo de investidura que hizo a Javier Fernández presidente del Principado, su único apoyo parlamentario le advierte de que no se ve celebrando el primer cumpleaños de la legislatura. IU ha visto llegado el momento de elevar la voz del toque de atención al Gobierno regional habida cuenta de que en su balance "las sombras se imponen a las luces", "flaquea el proyecto político y el liderazgo" y su camino al lado del PSOE sólo tiene sentido con un cambio de rumbo, de "relación política y de psicología personal" que debe desembocar en una mayoría de izquierdas. Sin ella, aprietan la tuerca fuentes de la coalición, el PSOE no puede seguir gobernando.
En una reflexión que sube el tono del reproche del socio defraudado, el portavoz de la coalición en la Junta, Gaspar Llamazares, emplaza al Ejecutivo socialista a dejar atrás su "modelo de gobierno débil, de bajo perfil, a la defensiva e incomunicado con la sociedad" y empuja a Javier Fernández a entenderse con Podemos o a asumir el riesgo de aumentar su soledad en la cámara. "En ausencia de mayoría de cambio", advierte, "nos situaríamos más en el lado de la exigencia que en el del compromiso".
La advertencia sitúa al PSOE ante el aviso de un otoño complicado, sin asideros a derecha e izquierda y pendiente la amenaza de incrementar su aislamiento parlamentario con tres cuartas partes de la legislatura por delante. No está el problema esencial, precisa Llamazares, en el cumplimiento de la letra del pacto de investidura, que define razonablemente satisfactorio, sino en la doble flaqueza del "proyecto" y del "liderazgo". Fuentes de IU añaden que el acuerdo quedará "esterilizado" sin una mayoría de izquierdas que sólo al Gobierno compete encontrar, que no ha buscado y que se presenta como la única garantía posible para que Asturias tenga no sólo un presupuesto para 2017, también "una estabilidad parlamentaria que no existe", o, aun más allá, "un liderazgo que ya no sería personal, sino compartido con la Junta".
Es en la negociación presupuestaria inmediata, abunda Llamazares, donde "se va a confirmar si estamos ante una legislatura con perspectivas de cambio o de resistencia y confrontación", pero en el horizonte no están solas las cuentas públicas de 2017. Hay otras tareas que requieren mayorías. "Son los presupuestos y la ley de transparencia, la reforma electoral y la ley de garantías y derechos mínimos vitales básicos?" Eso en cuanto al proyecto. En el terreno de la actitud, el diputado emplaza a corregir "las dinámicas de confrontación permanente y el guirigay en el polo progresista" en la conciencia de que los desencuentros entre PSOE y Podemos hacen aplaudir a la derecha.
Llamazares trata de arbitrar el choque constante entre socialistas y morados, pero le va a costar. Como si aún hiciera falta dejar claro que el entendimiento no va a ser fácil, ayer mismo Podemos reincidió en su crítica contra la "soberbia institucional" de un presidente que necesita, según la tesis expuesta en un comunicado de la formación, "más capacidad de asumir que el PSOE cuenta para gobernar con la exigua cifra de catorce escaños".
El llamamiento de IU va hacia los dos lados, también incluye la necesidad de que Podemos decida "si continúa con su estrategia de confrontación o la modula para buscar una alternativa a la derecha", pero implica "sobre todo" al Presidente. El símil futbolístico adjudica al equipo de Fernández excesivo juego defensivo en su relación con el parlamento, pero aquí, al decir de Llamazares, "la defensa numantina vale de poco sin una buena ofensiva". Tampoco ayuda, remata el portavoz de la coalición en una tesis consonante en este punto con la de Podemos, que el Presidente haya sido dentro del PSOE uno de los adalides de la abstención "conformista y contemporizadora" para dejar pasar a Mariano Rajoy hacia la investidura. Eso "ha enrarecido el clima", remarca Llamazares. "Con lo que Asturias depende del Gobierno estatal, es una contradicción exigir y a la vez dar aire al PP".
