La dirección de Renfe da por solventada la oleada de cancelaciones y retrasos de trenes que se cebó con la red de cercanías de la antigua Feve en Asturias desde finales del mes pasado y que estuvo provocada por falta de maquinistas, según ha reconocido la propia operadora. "Las medidas adoptadas han dado resultado y el servicio está normalizado", apuntó ayer un portavoz oficial de la empresa.
El presidente de Renfe, Pablo Vázquez, acompañado de la directora de Operaciones de la compañía, Berta Barrero, estuvo en Asturias el pasado día 8 para entrevistarse con la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, y detallar su plan de choque para acabar con el cúmulo de cancelaciones que se venía registrando en la red de Feve desde un par de semanas antes. La situación motivó una notable alarma social en la región y desató la crítica unánime de los ferroviarios, los usuarios y los partidos políticos, incluido el PP, que reclamaron con urgencia una solución a la empresa. Vázquez se comprometió entonces a reforzar de manera inmediata la plantilla de maquinistas de Feve con quince incorporaciones, a las que se sumarían otras 33 a lo largo del año que viene. Además, anunció un gasto de 23 millones de euros de aquí a 2018 para mejorar los trenes y adecentar las estaciones, y, en el corto plazo, varios ajustes en la planificación del servicio, con retrasos de vacaciones y de días propios de los empleados, así como la llegada al servicio de viajeros en ancho métrico de la región de personal de otras partes de España y que estaban adscritos al departamento de mercancías.
Las medidas puestas en marcha de forma más inmediata han permitido acabar con las supresiones masivas de trenes, que se habían centrado en las líneas que conectan Gijón con Avilés y con Pola de Laviana, según indican las fuentes oficiales consultadas en la operadora. El gobierno regional aceptó las medidas planteadas por Renfe para superar el colapso de las cercanías de la extinta Feve, pero reclama, al igual que los sindicatos, un plan global para la recuperación de un servicio que ha perdido 2,5 millones de pasajeros en una década.
El colectivo de usuarios "Asturias al tren" también exige una reforma en profundidad de las cercanías, tanto en lo que se refiere a la infraestructura y a la maquinaria como a una gestión que ve "muy mejorable". El portavoz de la asociación, Carlos García, considera que el actual momento político es "favorable" para la inversión en la red de cercanías y, por ello, pide al PSOE que "deje gobernar al PP", pero "a cambio de una inversión importante con un plan de choque" para el tren de proximidad, que vaya destinado a duplicar vías, corregir trazados y comprar material.
