El desalojo de la Junta de los seis mineros de la Compañía Minera Astur Leonesa, a las dos de la madrugada de ayer, mientras, según aseguran, estaban durmiendo, ha acabado con un agrio cruce de acusaciones entre partidos sobre la responsabilidad de la expulsión y las razones del conflicto. Aunque se culpe de éstas al PP, por incumplir los acuerdos para del carbón autóctono, PSOE y Podemos han elegido este asunto como campo en el que disputarse el espacio de la izquierda.

La diputada Adriana Lastra ya lo dejó caer hace unos días, cuando, tras una reunión con los alcaldes mineros del Suroccidente en la que se anunció la formación de un frente amplio para mantener las explotaciones, indicó que "alguna formación" -en clara referencia a Podemos- "dice defender a la minería pero en el Congreso no apoya las medidas para salvarla". Y el jueves, cuando los mineros se encerraron en la Junta -por primera vez en la historia-, el diputado regional Fernando Lastra acusó a Podemos por un lado de "parasitar" a los mineros, y por otro de una postura "hipócrita", al defender en Madrid la desaparición de las térmicas, que son las que deben consumir el carbón nacional.

Ayer, después de que los mineros fuesen desalojados -"nos tratan como a terroristas, nos han desalojado cincuenta agentes armados", se quejó uno de ellos, el presidente del comité, Juan Carlos Vega-, el diputado regional de Podemos Héctor Piernavieja, que también había estado encerrado, acusó al PSOE de echarles con "nocturnidad".

Es cierto que el PSOE trató por todos los medios de alejar de sí ese cáliz. Cuando los populares acudieron al presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo, para indicarle que los mineros habían ocupado sus dependencias, éste contestó que eran privadas y que debían ser ellos quienes lo comunicasen a la autoridad. El PP no cayó en la trampa, y finalmente tuvo que ser Sanjurjo quien pidiese a la Delegación del Gobierno el desalojo, por otro lado, en cumplimiento de las obligaciones que establece el reglamento de la cámara.

CC OO, UGT y USO convocaron unas horas después, a mediodía, una concentración ante la Junta, en la que se pudo ver a sindicalistas del SOMA, a diputados de Podemos -también a la vicealcaldesa de Oviedo, Ana Taboada-, y también de IU. Gaspar Llamazares rechazó el desalojo y presentó una pregunta en la cámara para conocer las razones del mismo, que en su opinión no era necesario. Y Piernavieja pidió al PSOE "valentía" para negociar con la empresa suministradora de energía de la mina de Cerredo, con el fin de restablecer el suministro, interrumpido por impago. Si no se hace en mes o mes y medio, dicen los trabajadores, "la mina quedará inservible".