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Asturama

La última pedalada le llevó al volante

El tricampeón del mundo de ciclismo Óscar Freire debuta en el rally "Princesa de Asturias" como piloto: "Necesitaba algo para quemar la adrenalina"

Freire en bicicleta, al lado de su coche. MIKI LÓPEZ

Con Los Berrones sonando a todo volumen, pisó el miércoles suelo asturiano el tricampeón del mundo de ciclismo Óscar Freire. Lo hizo con la misma música que hace 25 años escuchó para participar en su primera prueba deportiva en la región. La diferencia entre el hoy y el ayer es que Freire vuelve al Principado en cuatro ruedas en vez de en dos. El corredor cántabro (Torrelavega, 15 de febrero de 1976) debutará hoy en el rally "Princesa de Asturias" a los mandos de un Kia Ceed junto a su paisano Alexander Gutiérrez. Desde su retirada del ciclismo en 2012, Óscar Freire Gómez mueve más el volante del coche que el manillar de la bicicleta. "Cuando dejas el deporte que llevas practicando toda tu vida, necesitas hacer algo para quemar esa adrenalina que llevas dentro. A mí el motor me ha ayudado mucho", asegura.

Su historia es un vivo reflejo de lo qué les pasa a los deportistas de élite una vez que abandonan la competición. Les "pica el gusanillo", como a Freire, de "disfrutar de cosas diferentes", que en ocasiones no son tan diferentes. Aunque parezca que entre la bici y el coche hay un mundo, el exciclista sostiene que hay más similitudes que desemejanzas. "Ambos deportes comparten la concentración y la técnica. Es muy importante tener un buen coche, pero yo creo que la clave para ser un gran corredor es ante todo la técnica", explica a LA NUEVA ESPAÑA desde el parque de asistencia de La Manjoya. Otro punto que tienen en común es la dificultad: "Lo que muestra la televisión no tiene nada que ver con la realidad. Yo cuando empecé como piloto dije: 'Leches, esto no se parece en nada a lo que yo pensaba'. Estás encajonado en el asiento, sin apenas poder mover la cabeza y el cuerpo. Parece que sólo tienes manos y pies. Con el ciclismo sucede algo parecido: desde fuera no se siente la velocidad ni la tensión a la que estamos sometidos".

Óscar Freire se retiró del circuito profesional de ciclismo en 2012, tras disputar el campeonato del mundo de Valkenburg. Justo la competición que ganó en tres ocasiones: 1999, 2001 y 2004. En ese momento, "lo último en lo que pensaba era en tocar la bicicleta". Le apetecía probar suerte en el mundo del motor. "Siempre me gustó. Y un día conocí a Óscar Martínez, ciclista como yo, que me presentó a José Emilio Criado -su actual mecenas-, la persona que más hace por los coches en Cantabria. Gracias a él tengo la oportunidad de correr rallies", cuenta. Empezó el año pasado con coches cero -los que abren la carrera- y éste dio el salto al circuito profesional. Su primera carrera fue en casa, en el rally de Cantabria. "Para mí fue un éxito solo el hecho de acabar, porque más de la mitad de los pilotos abandonaron la competición", dice.

El tricampeón del mundo vive ahora el ciclismo "como espectador". Sale sólo con la bicicleta en verano y su sueño es seguir vinculado al mundo de los rallies. "Según acaba una carrera, tengo ganas de otra. Ahora mismo me apetece estar cerca de mi familia y el motor me lo permite. Por el ciclismo, estuve muchos años fuera de casa", reconoce Freire. "El coche me lo tomo con calma. El objetivo no es salir a comerme el mundo, porque así al final no llegas a ningún sitio", agrega.

Pese a su corta experiencia al volante, en su mente no existe la palabra miedo. No teme ni por un segundo pisar el pedal del acelerador. "Yo creo que antes practicaba un deporte con más riesgo que éste. Aquí vas más rápido, pero al menos tienes el colchón del coche. En el ciclismo, no tienes ese colchón: si tienes un accidente pegas directamente con el cuerpo en el suelo". Además señala que mientras como piloto "sabes más o menos cómo va a ser la carretera", como ciclista puede haber muchos contratiempos: "que te tiren, que la curva tenga una pendiente más pronunciada de la esperada...".

-La pregunta que le habrán hecho muchas veces. ¿Con qué se queda, con la bicicleta o con el coche?

-Empecé en el ciclismo porque siempre fue lo que más me gustó. Y aunque ahora poco lo practique, sigue siendo mi deporte favorito. Por encima del motor. Lo que pasa es que con 40 años mi momento en el ciclismo ya ha pasado.

Mientras sus viejos compañeros disputan la Vuelta Ciclista España, Óscar Freire saldrá hoy de Oviedo pisando a fondo el acelerador de su coche.

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