Una cita que se consolida y no cesa de crecer. Este fin de semana Belmonte de Miranda acoge una nueva edición de su Exposición de ganado vacuno asturiana de los valles, una tradición que nació con vocación local y que, gracias a una demanda creciente de localidades vecinas, se ha convertido en una de las muestras regionales con más prestigio del sector, muestra a la que acuden cada año cientos de personas para disfrutar de un espectáculo único en el que se reúnen las mejores reses del Princi­pado.

Un espectáculo que no deja de batir récords y que ha obligado a colgar el cartel de "no hay billetes". O mejor dicho, "no hay más espacio". En esta edición, tal y como ocurriera en las anteriores, el incremento del número de participantes ha obligado a la organización a habilitar una zona anexa para acoger todas las reses. Aun así, algunas tuvieron que quedarse fuera y no podrán participar. En total, serán 206 las cabezas de ganado y 45 las ganaderías inscritas, llegadas de diferentes puntos del Principado. Desde Corvera a Salas, Llanera, Las Regueras, Cudillero, Tineo, Oviedo, Castrillón, Cangas del Narcea, Grado, Somiedo, Nava, Villaviciosa, Gozón y Avilés, así como diversas localidades de Belmonte y alrededores.

Hoy, viernes, comenzarán a entrar los animales en el recinto ferial. De tres de la tarde a diez de la noche todas las reses serán perfectamente acomodadas, así como revisados los diferentes lotes de animales por parte de la organización.

Mañana, sábado, a las diez se abrirá la exposicióny una hora más tarde comenzará la calificación de tipo normal, que se prolongará hasta las dos. Después de comer, de cuatro y media a ocho de la tarde, será el turno de la clasificación tipo culón. Cuando ésta finalice, los ganaderos podrán disfrutar de una estupenda espicha a base de productores asturianos especialmente seleccionados para ellos por la organización.

El domingo, la exposición abrirá sus puertas a las diez de la mañana. Hora y media más tarde, la asociación deportivo-cultural de Monteareo, de Carreño, obsequiará a los asistentes con una muestra de juegos tradicionales. A la una y media será la entrega de premios y, a partir de las dos y media, será la clausura y salida de animales del recinto. Las reses que participan en el concurso se dividen en hembras de 6 a 12 meses, de 12 a 24 meses, de 2 a 4 años, de 4 a 7 años, de 7 a 9 años y de más de 9. Por otro lado, hay categorías de culonas, normales y toros, así como distinción entre locales y regionales. Existirá un primer, segundo y tercer premios para cualquier categoría, que juzgará un calificador de ASEAVA. También se entregarán premios al gran campeón regional y local, tanto en vacas como en toros.

La organización del evento corre a cargo del Ayuntamiento de Belmonte, en colaboración con la Junta Ganadera Municipal, la Consejería de Agroganadería y de los comerciantes de la zona y ASEAVA (Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de la Raza Asturiana de los Valles).

La asturiana de los valles es una raza bovina autóctona que se cría fundamentalmente en las estribaciones de la cordillera Cantábrica. Presenta un carácter muy apacible y resulta ideal para su cría en condiciones extensivas, desenvolviéndose bien en terrenos accidentados y soportando perfectamente temperaturas extremas.

Las vacas de esta raza son mansas, buenas madres, paren sin dificultad y destetan terneros de pesos elevados, con buena conformación. Su extraordinaria capacidad de cría quizá sea una reminiscencia de su antigua utilización como vaca lechera. Con un peso de 600 a 700 kilos, los ejemplares de esta raza, una de las mejores productoras de carne de Europa, poseen un pelaje de color que va del caoba al castaño claro, siendo típica la degradación del color en la cara interna de las extremidades.

La raza, algunos de cuyos mejores ejemplares se crían en Belmonte de Miranda, pertenece al tronco cantábrico (perfil cóncavo y capa castaña) de los bovinos autóctonos españoles. Tradicionalmente aprovechada por su triple capacidad leche-carne-trabajo, sufrió un grave retroceso con la llegada de razas especialmente lecheras, principalmente la frisona y la parda alpina. Sin embargo, a finales de los setenta distintas circunstancias económicas, sociales y laborales produjeron un cambio a su favor y, en la actualidad, presenta el mayor censo de todas las razas autóctonas.

Los esfuerzos que lleva realizando desde el año 1981 la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Asturiana de los Valles (ASEAVA), en cooperación con distintas administraciones, han puesto esta raza en la vanguardia de la ganadería española. En la actualidad, la mayoría de los ganaderos se encuentra en el área de la cornisa cantábrica y empieza a extenderse a puntos de Extremadura, Madrid y Castilla.