Stefano Sannino quiso ser muy claro al explicar ayer, ante "Erasmus" italianos en la Universidad de Oviedo, el "exceso de voluntad regulatoria" que afecta a la Unión Europea. Establecer normas sobre qué altura deben tener los tacones que usan las mujeres europeas, cómo deben ser las botellas de aceite o cuáles deben ser los componentes de la tinta de los tatuajes. "La Unión Europea tiene que decidir cosas más importante", planteó el embajador de Italia en España.