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Un Gobierno en el punto de mira

Javier Fernández afronta el debate sobre el estado de la región con las asignaturas pendientes del Presupuesto y el entendimiento con Podemos e IU

Javier Fernández habla con Gaspar Llamazares (IU) y Fernando Lastra (PSOE), en los pasillos de la Junta General. MIKI LÓPEZ

El Gobierno de Javier Fernández afronta el debate sobre el estado de la región de la legislatura en el punto de mira de los otros dos partidos de la izquierda, Podemos e IU. El plato fuerte del curso político asturiano llega con el presidente del Principado en el epicentro del mapa político por el protagonismo de estar al frente del PSOE en el momento más crudo de su historia reciente. El examen al que se someterá el Ejecutivo regional desde mañana llega marcado por la abstención que allanó la investidura de Rajoy.

El debate de orientación política de Asturias permitirá calibrar hasta qué punto el desbloqueo de la interinidad en la que ha vivido España desde diciembre del año pasado acaba por complicar aún más la ya de por sí compleja gobernabilidad del Principado. Gestionar el día a día en el parlamento autonómico más diverso de la historia, con seis grupos parlamentarios, ya había resultado difícil en este primer año de legislatura.

La mejor prueba de esa dificultad llegó con la negociación del Presupuesto. El acuerdo a tres bandas entre el Gobierno socialista, Podemos e IU resultó imposible, máxime con las elecciones generales del 20-D como telón de fondo y la resultante fue una prórroga, que alargó la vida útil del pacto presupuestario de 2015, suscrito por el PSOE con el PP, en lo que fue en su día un acuerdo inédito, no ya en Asturias sino en toda España, excepción hecha de los pactos alcanzados en el País Vasco.

El Presupuesto de 2017 es, por lo tanto, la primera asignatura pendiente del Gobierno de Javier Fernández para este debate sobre el estado de la región. Los socialistas llevan sentándose a la mesa con Podemos e IU desde el pasado mes de julio para buscar posiciones comunes sobre la fiscalidad que permitan, entre otras cuestiones, corregir el error de salto en el impuesto de sucesiones que discrimina a los herederos de Asturias en comparación con los del resto de autonomías. La aparente sintonía y confluencia en medidas fiscales relacionadas con ese tributo y también el del IRPF (con una rebaja de tipos para los tramos de renta por debajo de los 54.000 euros) entre socialistas y podemistas no ha fraguado de momento en un acuerdo y, además, Podemos, ha repetido hasta la saciedad que fiscalidad y Presupuesto son cuestiones que no necesariamente han de ir parejas. Las conversaciones entre el PSOE e IU, que planteó nuevos impuestos para gravar, por ejemplo, la comida basura. Tampoco han fraguado antes de abordar una negociación presupuestaria que la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, pretende poner en marcha esta semana.

Aunque en la política pluripartidista los giros copernicanos cotizan al alza, a estas alturas del año lo cierto es que las perspectivas de un acuerdo entre los tres partidos de la izquierda no parecen muy halagüeñas, sobre todo con el obstáculo añadido de la abstención del PSOE en el Congreso. Los "cara a cara" de Javier Fernández con el portavoz de Podemos, Emilio León, y el de IU, Gaspar Llamazares, del próximo martes permitirán aclarar si la alianza entre la izquierda es una misión imposible en Asturias. Hasta ahora el PSOE contaba con la baza del acuerdo de investidura con la coalición pero Llamazares ya advirtió semanas atrás de que podía variar el rumbo para acercarse más a Podemos si finalmente la gestora que preside Javier Fernández facilitaba un nuevo mandato presidencial a Rajoy. Y la formación morada también ha intensificado el fuego cruzado contra Javier Fernández desde que está al frente de Ferraz.

En este contexto, el debate sobre el estado de la región también permitirá medir la disposición del PP a un acuerdo presupuestario para el que, hasta ahora, ha puesto una sola condición: suprimir el impuesto de sucesiones aunque sea en cómodos plazos, dos anualidades. La oferta, reiterada desde el pasado verano por Mercedes Fernández, ha sido desoída otras tantas veces por el Ejecutivo socialista pero un enfrentamiento entre la izquierda de Asturias le daría mayor margen de maniobra. La dirigente popular ha exigido, y logrado, un cambio de guión en el orden del debate que le permita lucir como "jefa de la oposición". Ahora queda por ver si irá al límite del reglamento para hostigar al gobierno en minoría de Javier Fernández.

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