A principios de la década de los setenta era fácil contar cuántas personas había en Ribadesella con una tabla de surf. Estaban Fernando Rodríguez Quesada, "Nano"; su hermano Javier, "Chino"; y Nacho Quesada y Pedro Alonso, "Perico", cuyo fallecimiento el miércoles en la playa de Santa Marina a los 59 años ha dejado un profundo pesar entre la comunidad surfera de la región.

Las condolencias se repitieron ayer tanto en el tanatorio de la villa riosellana como a través de diferentes sitios web especializados y redes sociales. Conocido además por ser el padre del campeón Guillermo Alonso, el funeral se celebrará esta tarde en la iglesia parroquial de Ribadesella. Tras él deja más de cuarenta años de un amor por el surf que nació cuando casi nadie sabía lo que era. Las primeras tablas llegaron a Ribadesella de la mano de "Nano" en 1971, al año siguiente empezaron los Taboada y en 1973 Alonso se sumó a una pandilla de cinco que revolucionó la playa, rememora Rodríguez Quesada.

"Toda una vida de amistad", resume "Nano" antes de describir cómo iban a Francia a comprar tablas, una herramienta que en otra ocasión les llegó de Zarautz, en Euskadi, a través de unos amigos. "Hicimos algún viaje a California para hacer surf y también de allí trajimos tablas", rememora el riosellano. Nacido en León, Pedro Alonso estuvo vinculado a Ribadesella desde siempre, pues sus padres tenían una casa en segunda línea de playa en la que pasaba los veranos y a la que se trasladó a vivir junto a su mujer, Mari Cruz Lobo Martín, también natural de León. Juntos tuvieron a su hijo, Guillermo Alonso Cobo, quien heredó de "Perico" la pasión por el surf. Tan es así que hizo del deporte su profesión, con un palmarés envidiable y una escuela en la misma playa de Santa Marina.

"El padre desde pequeño le metió al agua", explica "Nano", quien más allá de lo deportivo describe a su amigo con un carácter "súper afable, siempre con la sonrisa en la cara. Era una personas con un tremendo don de gentes, con muchísimos amigos". En los mismos términos le define otro surfista riosellano, Juan Manuel Bode. "Era muy agradable, muy buena persona" y todo un referente del surf en Ribadesella. "Perico" nunca dejó de lado su deporte predilecto y su hijo Guillermo le había regalado una tabla con motor, "con la que se metía cuando estaba bajo de forma", apunta "Nano" antes de señalar que era frecuente verle dándose baños en la playa durante el invierno. Alfonso Sánchez, de "costasurf.com", también quiso rendir homenaje a "Perico" y "a los pioneros del surf en Asturias, como Félix Cueto y tantos otros. Para nosotros los surfistas son importantes, gracias a ellos el surf tiene ya una historia de más de 50 años en nuestra tierra", explicó antes de lamentar "profundamente su pérdida" y destacar que su hijo, Guillermo Alonso, "es una persona muy apreciada" en un mundo, el del surf, que se ha quedado sin un referente.